El uso excesivo de sal y aceite en los alimentos del día a día es un problema no solo en España, sino en todo el mundo. Esto ha llevado a la creación de gadgets como la freidora de aire, usada a nivel mundial, para reducir el uso de estos ingredientes en nuestras comidas. Japón tiene un problema similar, y una compañía del país ha querido solucionarlo de una forma muy llamativa: una cuchara electrificada que aumenta el sabor de los alimentos bajos en sal.
La compañía Kirin Holdings se dispone a lanzar una tirada extremadamente limitada de su Electric Salt Spoon, un pequeño gadget que según la firma japonesa "realza el sabor salado y umami de alimentos bajos en sodio con el poder de la electricidad". Esta tirada durará todo el mes, y comenzó el pasado 20 de este mismo mes.
Este dispositivo ha sido desarrollado en una investigación conjunta entre Kirin y el Doctor Homei Miyashita de la Universidad Meiji, del Departamento de Ciencias de los Medios Fronterizos de la Facultad de Ciencias Matemáticas Interdisciplinarias. Aluden a un problema de excesivo consumo de sal entre los japoneses para justificar la existencia de esta curiosa cuchara electrónica.
Una cuchara eléctrica
Esta es una cuchara hecha en plástico y metal, y tiene un fin muy claro: mejorar sustancialmente el sabor de los productos bajos en sodio. Kirin explica que debido a la alta ingesta y consumo de sal entre los japoneses de 20 años o más, muchos están obligados a seguir una dieta baja en sodio.
Solo hay un problema: a nadie le gusta la comida sin sal. En encuestas realizadas por la propia firma se relata cómo el 80% de los japoneses no están satisfechos con el sabor de las comidas bajas en sal. La lógica dictamina que si se mejora el sabor de esta dieta, los comensales serán más propensos a ingerir estos productos, lo que mejorará su nutrición a largo plazo.
Es aquí donde entra la cuchara. Una débil corriente eléctrica pasa por la cuchara, con el objetivo de concentrar las moléculas de iones de sodio en la lengua. Esto, al menos sobre el papel y según expone Reuters, mejora la percepción salada de la comida. Es decir, que la comida se siente más salada al potenciar dicho sabor, pero sin que haya realmente sal por medio.
Y es que es una cuchara relativamente pequeña y funcional. Pesa apenas 60 gramos (sin batería) e incluye una batería de litio de 3V CR2. Su uso es tremendamente sencillo; el mango de la cuchara incluye un interruptor que permite seleccionar uno de los 4 niveles de intensidad. Por lo demás, la cuchara se usa como cualquier cuchara normal, aunque funciona de forma similar a propuestas ya vistas anteriormente.
Kirin recomienda usar esta cuchara en sopas cargadas de ingredientes. La lista recomendada incluye curry, arroz frito, comidas en boles, fideos, ramen y "otras comidas en general". Eso sí, no es apta para todos los públicos. The Verge cita un documento con precauciones de seguridad a la hora de usar la cuchara, y en ella se menciona a usuarios muy concretos que no pueden usar la cuchara.
Kirin recomienda a ciertos grupos no usar esta cuchara. Concretamente, usuarios que usen dispositivos médicos, como marcapasos o monitores de frecuencia cardíaca. Lo mismo ocurre con usuarios alérgicos al metal o que tienen problemas con nervios faciales o que en su defecto sufren de trastornos hemorrágicos. Tampoco se recomienda su uso a mujeres embarazadas o usuarios en tratamientos dentales.
Kirin y el doctor Miyashita ya demostraron la efectividad de un producto parecido: un conjunto de palillos que se conectaban mediante un cable a una batería en la muñeca. La empresa se enorgullece de cómo estos palillos podían aumentar el sabor salado de la comida en alrededor de un 50%. El precio de estas cucharas en Japón será de 19.800 yenes, o lo que es lo mismo, 116 euros aproximadamente. Kirin espera poder vender estas cucharas a un millón de usuarios fuera del país nipón.