La suerte está echada. El mercado de los ordenadores portátiles ya tiene a los tres contendientes que intentarán conquistar a los usuarios usando Inteligencia Artificial; y sí, por primera vez en mucho tiempo, son tres, y no sólo dos. La era del Copilot+ PC fue iniciada por Qualcomm con sus Snapdragon X Elite, procesadores para portátil usados en los nuevos Surface, que hasta ahora usaban sólo procesadores Intel.
Muchos estábamos esperando la reacción de las dos marcas que habían dominado el sector de los ordenadores personales hasta ahora, y el Computex 2024 ha servido como escenario para ello. Primero AMD contraatacó a Qualcomm con sus nuevos Ryzen AI 300, nuevos procesadores con NPU, y ahora le ha tocado el turno a Intel, con sus esperados Lunar Lake.
Los procesadores Lunar Lake representan la entrada de Intel en esta nueva generación de ordenadores Copilot+ PC; por lo tanto, tienen una de las partes obligatorias impuestas por Microsoft: una NPU (Unidad de Procesamiento Neuronal) lo suficientemente potente como para ejecutar tareas de aprendizaje automático e IA de manera local en el ordenador.
En el caso de Lunar Lake, esta NPU puede tener un rendimiento de hasta 48 TOPS (billones de operaciones por segundo); no sólo supera ampliamente los requisitos de Microsoft (40 TOPS), sino que también adelanta a los Snapdragon X Elite de Qualcomm (45 TOPS). Sin embargo, esa es una cifra un poco inferior a la que ayer dio AMD sobre sus Ryzen AI 300 (50 TOPS), por lo que la competencia entre el equipo rojo y el equipo azul seguirá siendo tan encarnizada como siempre.
Intel quiere demostrar que no se ha quedado atrás frente a Qualcomm y AMD, así que la NPU no es la única mejora respecto a las pasadas generaciones. La compañía también presume de mejoras de hasta un 50% en rendimiento pico en el procesador, junto con una reducción de hasta el 40% en consumo energético gracias a una mejora de entre el 20 y el 80% en rendimiento por vatio; dos aspectos muy importantes en ordenadores portátiles.
La clave tras estas mejoras está en los nuevos núcleos diseñados por Intel; como en generaciones anteriores, la compañía apuesta por usar dos tipos diferentes de núcleos dependiendo de la carga de trabajo. Los nuevos núcleos P se basan en el diseño “Lion Cove” y prometen el mejor rendimiento posible en tareas de un solo hilo; mientras que los núcleos E se basan en el diseño “Skymont” y soportan estados de energía más bajos con un mayor rendimiento. Todo eso, junto con el soporte de memoria LPDDR5x con transferencias de hasta 8,5GT/s es lo que supone el salto de potencia respecto a la pasada generación.
Un detalle muy curioso es que Lunar Lake dice adiós al hyper-threading. Esta tecnología lleva siendo usada en procesadores Intel desde el 2002, permitiendo al sistema operativo procesar otro hilo durante el tiempo en el que un núcleo no está operativo porque ya ha terminado su tarea. Sin embargo, el uso de hyper-threading con los nuevos núcleos P y E de Intel ha dado problemas, especialmente en Windows 11, resultando en pérdidas de rendimiento en comparación con Windows 10.
Aunque la solución de Intel, eliminar el hyper-threading, parezca extrema, en realidad sus ingenieros han observado mejoras de rendimiento en los núcleos P al quitarlo, además de un mejor aprovechamiento de los núcleos E con el nuevo gestor de hilos. En Intel ahora creen que es mejor reservar hyper-threading para escenarios en los que la multitarea sea mucho más importante.
Otro aspecto que ha sido criticado en los procesadores Intel ha sido la gráfica integrada; aunque siendo sinceros, la compañía ha mejorado muchísimo en las últimas generaciones y ya rivaliza con las Radeon integradas con los procesadores AMD. En esta generación hay otro salto de potencia, gracias a las nuevas gráficas Xe2; también conocidas como Battlemage, son el resultado de la inversión de Intel en tarjetas gráficas, y prometen ser 1,5 veces mejores que la pasada generación. Está basada en ocho núcleos Xe con 8 unidades de ray-tracing, lo que se traduce en una mejora en el rendimiento de hasta el 50% en gráficos.
Intel ha presumido de que mantiene la confianza de los grandes fabricantes de ordenadores; nada menos que 80 modelos diferentes estarán basados en Lunar Lake, incluyendo los nuevos lanzamientos de marcas como Acer, ASUS, Dell, HP, Lenovo, MSI, Gigabyte y Samsung.