Los patinetes eléctricos ya son un elemento más del paisaje urbano en España, una manera de desplazarse de forma cómoda y sin esfuerzo que cada vez tiene más adeptos. En el mercado dominan marcas como Xiaomi, con productos con un precio rompedor y un acabado 'premium' robusto, pero siguen apareciendo alternativas que buscan ofrecer elementos distintivos, como el innovador patinete que se pliega y se puede llevar a cualquier parte como si fuera un maletín.
Entre estos últimos habría que sumar al recién presentado Liquid Skateboard, que rompe con todo lo visto hasta la fecha. Y es que renuncia a la forma que tienen los patinetes eléctricos actuales para apostar por el diseño clásico del monopatín, sin chasis ni manillar para dirigirlo, pero con motor y batería integrados para que el usuario sólo tenga que impulsarse con el pie y dejarse llevar.
Todo es obra del diseñador Alexis Chabat, afincado en Copenhague, que ha lanzado una campaña de crowdfunding en Kickstarter para financiar la salida al mercado de un invento que entusiasmará a los amantes del skate. De hecho, a primera vista no se distingue de un monopatín normal, con su tabla de 9,9 pulgadas de madera contrachapada de arce canadiense de 7 capas y sus ruedas blancas de poliuretano de 75 mm.
Sin embargo, las ruedas traseras son todo menos normales: en su interior se esconde el motor de 350 W de tracción directa, mientras en la parte inferior de la plataforma se sitúa la batería y la electrónica que permite el control de la velocidad de crucero. Para activar el Liquid Skateboard sólo hace falta poner un pie encima e impulsarse con el otro. El sistema se encarga de mantener el dispositivo en movimiento a la velocidad de ese primer impulso, y de aumentarla o disminuirla para compensar las subidas y bajadas del recorrido.
Diseñado para la máxima comodidad para desplazarse en cemento y asfalto, la máxima velocidad del motor llega a los 22 km/h. La clave está en un sensor de presión situado en la parte trasera de la tabla: si se retira el pie, el motor deja de impulsar al usuario. De hecho, la tabla cuenta con un LED que se ilumina para indicar si se detecta el pie o no, lo que permite tener más control sobre la frenada.
Si el monopatín no se mueve durante 10 minutos, el motor se apaga automáticamente, aunque la asistencia también se puede desactivar de forma manual. En cuanto a la batería de iones de litio, lleva la garantía de Samsung y tiene una capacidad de 90 Wh, lo que permite contar con una autonomía de entre 10 y 12 km y logra una carga completa en sólo 2 horas.
Entre las grandes ventajas frente a los patinetes eléctricos, este vehículo de cuatro ruedas es más pequeño y manejable, con un peso de sólo 4 kg, y cuenta con resistencia al agua IP65. En caso de llegar a fase de producción, cosa bastante probable visto el éxito de la campaña de crowdfunding, una aportación de 339 euros permitirá hacerse con un Liquid Skateboard, muy por debajo del precio de venta previsto, que se va a los 449 euros.