El sector de la bici está que arde. Y no por las altas temperaturas que estamos sufriendo en España, sino por la continua avalancha de novedades de una industria que no para de crecer y que ha visto en la electrificación una vía abierta para dar rienda suelta a todo lo que puede aportar esta tecnología a la movilidad. La reciente feria Eurobike, celebrada en Fráncfort a principios de julio, ha sido una buena oportunidad para tomarle el pulso al sector, con novedades como el potente motor tan pequeño como una lata de cerveza de ZF o la primera incursión de DJI en el mundo de las bicicletas eléctricas.
En esa cita anual del sector tampoco faltó la empresa alemana Mahle, más conocida por sus avances en el mundo de la automoción pero con una posición cada vez más sólida desde 2020. Fue entonces cuando lanzaron el motor de buje trasero X35, que por entonces supuso toda una revolución gracias a su combinación de potencia y ligereza. En 2022 mejoraron sus prestaciones con el X20, que incluía el sistema AMC (Automatic Motor Connection) para facilitar el montaje y desmontaje de la rueda. Y ahora, en 2024, quieren repetir la jugada con el X30, el eslabón perdido entre los dos modelos anteriores, aunando ligereza, potencia y un precio más asequible.
Integrado en la rueda trasera, este nuevo motor con un torque de 45 Nm (comparado con los motores integrados en el pedalier) se puede adaptar a distintos tipos de bicicleta y es compatible con los componentes y el ecosistema digital de Mahle que ya estaban presentes en el X20. La compañía alemana ofrece así a los fabricantes una electrificación muy versátil y con poco peso que no dispara los costes. Por ejemplo, la Stevens E-Strada 6.3.4, una de las primeras ebikes que incorpora el sistema X30, tiene un precio de 3.299 euros.
Muy ligero y versátil
A diferencia de otros kits, pensados para que los usuarios finales añadan un motor a sus bicicletas convencionales, los productos de Mahle están diseñados específicamente para los fabricantes. En este caso, una de las novedades con respecto a anteriores generaciones es que se pueden añadir hasta dos sensores al motor, además del sensor de pedaleo asistido (PAS) que ya se incluye de serie.
Igual que sucedía con el X35 y el X20, las bicicletas que incorporen este sistema contarán con una unidad en el tubo diagonal del cuadro con un botón para encenderlo, ajustar el nivel de asistencia y saber el nivel de carga de la batería de un vistazo gracias a sus luces LED. Cuando el usuario pedalea, el sensor PAS detecta el movimiento de la biela y envía una señal al motor para que inicie la asistencia, con una potencia de 250 W y 45 Nm de par.
Fabricantes como Stevens, Husqvarna o Bianchi, los primeros en incorporar el X30 a sus nuevos modelos, pueden añadir un sensor de par, para que sus datos alimenten un software potenciado con IA. La idea es que, con el paso del tiempo y los reiterados usos, el sistema conozca perfectamente la cadencia del ciclista y se adapte mejor tanto a sus preferencias como al terreno. "El motor se adapta a tu conducción, a tu estilo y al entorno", indica Mahle en un comunicado de prensa.
En cuanto al peso, una de las prioridades de la empresa alemana, se queda en 1,9 kg, algo superior a los 1,35 kg del X20, fabricado con aluminio mecanizado, pero entre los más ligeros del mercado. Por desgracia, no incluye el sistema AMC, lo que hace algo más compleja la retirada de la rueda trasera. En total, todos los elementos del kit apenas superan los 3 kg.
Gran autonomía
En cuanto al resto de los componentes, la compatibilidad con los que acompañaron en su día al X20 es total. La unidad HMI se instala en el pulsador principal y es la responsable de ir adaptando el rendimiento del motor a las necesidades del ciclista. En ese sentido, el X30 es más eficiente a nivel energético, y para ello se apoya en las dos baterías ya disponibles de la misma marca y en el extensor de alcance, que se coloca como un bidón de agua.
Las baterías iX2 ofrecen 237 Wh, mientras las iX3 alcanzan los 350 Wh, el equivalente a 90 y 130 km, respectivamente. En cuanto al range extender eX1 dispone de 171 Wh, o lo que es lo mismo, 55 km. La opción más completa llegaría así a una autonomía nada desdeñable de 185 km. Por su parte, el Active Charger de Mahle, con conexión USB-C, es capaz de generar diferentes corrientes de carga, por lo que puede llenar cada una de las 3 baterías al 80% en sólo una hora, sea cual sea su capacidad total.
Para quienes deseen tener más información de un vistazo mientras circulan, también se ofrece como extra la pantalla PulsarONE, que muestra información como la velocidad, el tiempo, la autonomía restante o el modo de conducción seleccionado.
En cuanto a los controles directos, hay dos opciones: si es un manillar plano el mando a distancia Duo Remote permite ajustar los niveles de potencia, controlar la luz y activar el modo de asistencia al pedaleo; si es un manillar rebajado, los eShifter hacen las veces de unidad de control, controlando todos los parámetros sin necesidad de quitar las manos del manillar.
La ventaja de estos sistemas es que todo se puede controlar con más detalle desde el móvil o incluso el Apple Watch, gracias al ecosistema digital del kit y la app My SmartBike, encargada de llevar a cabo un seguimiento de más de 100 parámetros en tiempo real. Eso permite, entre otras cosas, registrar y gestionar trayectos gracias a su integración con Strava, ajustar la configuración y ofrecer resúmenes detallados de la actividad sobre las dos ruedas.
En un mercado bastante saturado, la apuesta de Mahle con el X30 pasa por ofrecer una excelente relación entre potencia, peso y precio. En principio, no cuenta con un torque suficiente para las bicis eléctricas de montaña o eMBT, aunque sí en el caso de los modelos infantiles, como los que ya ha anunciado Husqvarna. Su encaje ideal es en las bicicletas eléctricas para carretera y gravel, donde la potencia pierde importancia frente a la eficiencia energética, el bajo peso y la autonomía.