Los ordenadores MacBook de Apple son los mejores valorados en el mercado, dispositivos tremendamente populares en España que prometen un gran rendimiento y durabilidad. Sin embargo, no siempre ha sido así, la integración del mecanismo de mariposa en sus teclados, figura como uno de los pasajes más críticos de su historia. De tal manera, que la empresa fue demandada por sus clientes.

Han pasado años desde que comenzará la demanda colectiva, pero los afectados comienzan a recibir las compensaciones económicas prometidas en el acuerdo judicial. En 2022, la compañía se vio forzada a pagar 50 millones de dólares en respuesta a una demanda colectiva de clientes afectados por estos teclados defectuosos. 

La demanda especifica que Apple habría sabido supuestamente que estos teclados eran susceptibles de fallar, y que aún así los comercializaron. Aunque Apple negó haber actuado de forma maliciosa. El periodista Michael Burkhardt de 9to5Mac informa que recibió dos cheques por correo el sábado.

Los modelos afectados por el teclado de mariposa abarcan las versiones MacBook Air, MacBook y MacBook Pro entre 2015 y 2019. Los beneficiados de estas compensaciones son usuarios de hasta 7 estados de los Estados Unidos, los cuales incluyen Washington, Nueva York, Illinois, Michigan, Nueva Jersey y California.

La cantidad que recibirán los propietarios de MacBook varía según el alcance de las reparaciones que necesitaron sus dispositivos. Se realizarán pagos máximos de hasta 395 dólares (361,39 en euros actuales) para los usuarios que realizaron varios reemplazos de teclados y de 125 dólares (114,36 al cambio en euros) para los que solo reemplazaron el teclado una vez. También se estableció una compensación menor de 50 dólares (45,75 euros) para los usuarios que reemplazaron simplemente las keycaps del teclado, es decir, las teclas físicas en sí.

Además, se prometió a los clientes hasta cuatro años de reparaciones gratuitas de teclados después de las compras de sus dispositivos. El problema estaba en la protección del teclado contra la suciedad y, por consiguiente, su durabilidad.

Los usuarios se quejaban de que estos teclados, al ser más finos, dejaban pasar mejor las partículas de polvo y suciedad. Esto provocaba que algunas teclas se quedaran pegadas, que dejaran de funcionar o que tuvieran un tacto desagradable al acumularse estos materiales debajo.

Este sistema se mantuvo hasta el 2020, después de que Apple realizara varios ajustes y cambios a este diseño para solucionar estos aspectos de forma fútil. Los usuarios tuvieron que recurrir en numerosas ocasiones a reparaciones gratuitas, que iban desde reemplazos de teclas hasta cambios de teclados al completo.