Apple quiere tener el mayor control en el diseño y fabricación de sus dispositivos. Lo consiguió al dejar de trabajar con Intel y crear sus propios procesadores que ahora integrar los ordenadores que vende en España y todo el mundo. El siguiente paso es seguir el mismo camino con los módems 5G de los iPhones, fabricados por Qualcomm. No solo ahorraría en costes, sino que podría dar más libertad de diseño, aunque la meta aún se encuentra lejos.
Este proyecto se ha encontrado por el camino con numerosos problemas de rendimiento y sobrecalentamiento. Apple se ha visto obligada a retrasar el debut del módem hasta el año que viene como mínimo, recuerda Mark Gurman, analista especializado en Apple para Bloomberg. Quedó claro tras anunciarse el año pasado que Apple había ampliado su acuerdo de proveedor con Qualcomm hasta marzo de 2027.
La empresa está pensando a largo plazo. El módem es el componente más importante del teléfono después del procesador principal, el que le conecta con el mundo de internet. Pero igualar la experiencia de Qualcomm no es tarea de un día para otro. Gurman recalca que los módems fabricados por Cupertino "no mejorarán sus dispositivos, al menos al principio".
Aún así, la empresa sigue adelante y dedica miles de millones de dólares, un gran equipo de ingenieros y millones de horas de trabajo en este proyecto. Mantiene la esperanza de que su módem evolucione hasta convertirse en un componente más avanzado y que le permita cambiar el diseño externo e interno del iPhone.
La marca de la manzana mordida, según esta información, tendría varios planes futuros: el primero sería integrar el diseño de su módem en un nuevo chip inalámbrico encargado de dar acceso a las redes Wi-Fi y Bluetooth. Esto implica crear un único componente para las principales funciones de conectividad, aportando un mayor ahorro de energía.
Por otro lado, Gurman menciona la posibilidad de que Apple combine en el futuro toda la conectividad en el sistema principal del chip (SoC) del dispositivo. De esta forma, se contaría con mayor espacio disponible dentro del iPhone y se ahorraría en costes de producción.
Los beneficios de independizarse de Qualcomm no se percibirán hasta años después, y parece que al proyecto aún le queda mucho trabajo por delante. Apple se juega que cualquier fallo mine su imagen ante el público, pues los chips de Qualcomm tienen años de desarrollo y se han puesto a prueba en todo el mundo en millones de usuarios.
La experiencia del usuario no sería muy diferente de contar con el módem de una u otra marca, pero Apple podría usar como publicidad que fabrica de primera mano los elementos más importantes de sus teléfonos. Otro motivo es ahorrar parte del dinero que Apple debe pagar a Qualcomm por usar sus módems y por el que han llegado hasta los tribunales en alguna ocasión.