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El ciclismo es uno de los deportes más practicados en España, donde muchas personas aprovechan su tiempo libre para coger la bicicleta y realizar diferentes rutas. Un vehículo de dos ruedas que, gracias al avance tecnológico, ha ido evolucionando y mejorando con el paso del tiempo, dejando dispositivos como uno que transforma cualquier bici en eléctrica en menos de 1 minuto u otro que hace que montar en ella sea mucho más cómodo. Ahora, una compañía se ha propuesto cambiar los modelos destinados a la montaña con una nueva suspensión electrónica e inalámbrica fácil de instalar.

Fox, una conocida empresa estadounidense dentro del sector del ciclismo de montaña, ha creado el que describen en su página web como el sistema de control de suspensión inalámbrico "más rápido y avanzado en el mundo del ciclismo": el Live Valve Neo. Un amortiguador electrónico trasero sin cables ideado para bicicletas de montaña y para que los ciclistas "disfruten de cada sendero" que ofrece soporte y suavidad cuando el ciclista lo necesita y que se adapta a cada momento para pedalear con la máxima eficiencia; incluso en los descensos. 

En los amortiguadores tradicionales de las bicicletas de montaña suele haber una palanca que permite al ciclista elegir entre diferentes ajustes de compresión, dependiendo del tipo de terreno al que se dirija. Esto tiene un inconveniente y es que el ciclista tiene que agacharse y accionar manualmente la palanca, lo que no es una acción sencilla cuando el camino de la ruta cambia muy rápido, con cuestas hacia arriba o hacia abajo, o con trayectos con piedras, raíces de árboles y demás obstáculos. Y aquí es donde entra en juego el sistema Live Valve Neo de Fox, cuyo modelo más básico tiene un precio de 1.320 euros.

Rápido y avanzado

Live Valve Neo es una versión inalámbrica del sistema de suspensión activa por cable de la compañía. Se trata de un amortiguador electrónico que usa el protocolo inalámbrico NEO patentado por Fox que alcanza una velocidad de conexión sin cables sin precedentes. Según la propia compañía, esta tecnología es 100 veces más rápida que el Bluetooth y 20 veces más rápida que su competidor más cercano. Por lo que permite a los usuarios experimentar una latencia "prácticamente nula con el protocolo inalámbrico más rápido en ciclismo". 

Cabe recordar que los sistemas de suspensión activa emplean sensores a bordo para detectar baches, pendientes y otros cambios en la superficie de conducción. Y en tan sólo una fracción de segundo, ajustan la compresión de la horquilla de suspensión y/o del amortiguador trasero en consecuencia; lo que significa que la suspensión siempre está optimizada para lo que sucede en cada momento. En el caso de Live Valve Neo, esa tecnología está integrada en las versiones modificadas del amortiguador de aire Float X y del amortiguador helicoidal DHX de Fox

Así es el amortiguador de aire Float X Live Valve Neo

Fox ha apostado por un diseño totalmente nuevo para este invento, con los nuevos sensores, ahora inalámbricos y no recargables -usan baterías tipo CR2032-, que se sitúan más cerca del eje de las ruedas, concretamente sobre las pinzas de los frenos, obteniendo unas lecturas más directas.

Además, Live Valve Neo también incorpora dos sensores equipados con acelerómetros que se montan en las pinzas de freno delantera y trasera. La empresa estima que su sistema "lee" el terreno 400 veces por segundo y en un milisegundo envía la señal a un procesador en el amortiguador cada vez que detecta un cambio.

Después, un solenoide de enclavamiento magnético en el amortiguador responde abriendo o cerrando el circuito de compresión del amortiguador, maximizando la tracción o la eficiencia del pedaleo respectivamente.

Todo ello en tan sólo 1/70 de segundo, según detalla la propia compañía. Esto significa que incluso a velocidades de carrera, un bache detectado por el sensor de la rueda delantera activará el amortiguador antes de que la rueda trasera llegue a ese socavón.

El amortiguador de aire Float X Live Valve Neo. Fox Omicrono

Además, este invento ofrece una reacción instantánea a los baches y a los cambios en el terreno, aprovechando cada oportunidad para lograr velocidad y eficiencia. Al mismo tiempo, este invento mantiene la tracción, el control y la comodidad, sin importar las condiciones de conducción, según la compañía. Es decir, se ajusta instantáneamente para ofrecer absorción y comodidad, pero se endurece si de repente el usuario se encuentra en un tramo de pista suave, o a la salida de una curva, donde contribuye a aumentar la aceleración.

Fácil de instalar

El Live Valve Neo está compuesto por tres simples componentes: la centralita que analiza los datos y actúa sobre el amortiguador para prepararlo para lo un bache o lo que venga, y los sensores en los ejes delantero y trasero. Y este invento está disponible como una actualización.

El amortiguador de aire Float X Live Valve Neo. Fox Omicrono

Una de sus grandes ventajas es que este sistema es fácil de instalar, ya que para ello apenas hay que montar el amortiguador, los sensores y sincronizar con la aplicación Fox Bike App. Un proceso que apenas lleva algo más de cinco minutos.

El control por la aplicación para dispositivos móviles es otra de las ventajas de este sistema. Y es que gracias a la app los usuarios pueden escoger entre cinco ajustes diferentes: estándar, firme (en el que el sistema se inclina hacia una conducción más firme), plush (para una conducción más suave), abierto (en el que el amortiguador siempre permanece abierto) y cerrado (en el que está siempre firme, excepto al aterrizar tras un salto o caída).

Incluso es posible crear y guardar ajustes personalizados para adaptarse a cualquier condición de pista o preferencia. La aplicación también sirve para controlar los niveles de la batería, garantizar la conexión de los componentes y realizar un seguimiento de los intervalos de mantenimiento para lograr un rendimiento constante. Eso sí, de momento los ciclistas sólo pueden interactuar con el sistema a través de la aplicación, ya que la empresa asegura que el mando remoto para el manillar está aún en fase de desarrollo y no llegaría hasta 2025.