En las ciudades y algunas carreteras secundarias de España es frecuente encontrar numerosos ciclistas, incluso de noche. La seguridad de estos conductores sobre dos ruedas se ha incrementado en los últimos años con nuevos sistemas de protección como cascos inteligentes o sistemas de navegación para ciclistas. Las luces son un factor clave con el que no siempre se cuenta, por eso los propios ciclistas están innovando en este campo.
El ciclista suizo Arthur Claessens es el inventor de las SideLights. Después de un proceso de desarrollo, este invento está preparado para llegar a las tiendas mediante una fase de financiación en plataformas como Kickstarter. Su objetivo es conseguir 360 grados de visibilidad en la carretera, tanto para el propio ciclista como para el resto de conductores y peatones, evitando accidentes.
El par de accesorios se compone de dos módulos de luz con cuerpo de aluminio que se deslizan en cada extremo del manillar y se bloquean para evitar robos. Se han diseñado para que sean compatibles con cualquier manillar recto, siempre que tenga un diámetro interior de al menos 15 mm y una inclinación hacia atrás de no más de 30 grados.
Las luces iluminan tanto el lateral como delante y atrás con indicaciones de movimiento o para ver mejor el camino y señalizar al ciclista. Así, la equipación LED que sobresale de cada módulo tiene un indicador de giro ámbar y un faro blanco en la parte delantera, un indicador de giro ámbar y una luz trasera roja en la parte trasera y un indicador de giro/luz de marcha ámbar en forma de anillo en el lateral.
Los intermitentes se activan mediante un botón situado en el extremo del manillar de cada módulo, que el conductor puede pulsar sin quitar la mano del manillar. Se apagan automáticamente después de 20 segundos o se pueden detener antes de forma manual pulsando de nuevo el botón.
La energía la proporciona una batería de litio de 1500 mAh en cada módulo, aunque son dos complementos instalados de forma permanente, la batería puede extraerse para recargarla. Los responsables de este invento aseguran que con una sola carga USB de una hora debería ser suficiente para dos horas de funcionamiento con la potencia máxima de los faros (300 lúmenes por módulo), mientras que si se elige la potencia ecológica de 75 lúmenes, la batería duraría hasta ocho horas.
La fase de financiación se termina en menos de un mes y las primeras entregas se han programado para abril de 2025. Entonces podrán poner a prueba estos accesorios los ciclistas que hayan adquiridos las primeras unidades por 106 euros, con un 40% de descuento.