El frío y las bajas temperaturas han hecho que las montañas de España se tiñan de blanco gracias a la aparición de nieve. Y esto significa que arranca la temporada de esquí. Un deporte que con el paso del tiempo ha ido añadiendo una variedad de tecnología: desde un monitor personal en las botas que analiza la técnica y da consejos hasta piernas robóticas que te hacen mejor esquiador. Ahora, llega un invento que acabará con los esquís de siempre y que te impulsa para que puedas subir cómodamente las pistas.
Se trata del nuevo sistema E-Skimo, que está diseñado para facilitar el ascenso por las pistas. Y es que el esquí de montaña es un deporte en el que los esquiadores suben a la cima y desciende hasta la base. Para hacer que la primera tarea sea más cómoda, este invento eléctrico incorpora bandas de rodadura motorizadas en los esquís para que el usuario apenas tenga que realizar esfuerzo.
Un sistema que está "inspirado en la revolución de las bicicletas eléctricas" y que está fabricado por la empresa suiza E-Outdoor; quien mostrará de forma oficial E-Skimo el próximo mes de enero durante el CES, una de las ferias de tecnología más importantes que se celebra anualmente en la ciudad de Las Vegas (Nevada, Estados Unidos).
En cuanto a las características de E-Skimo, este sistema está formado por dos esquís que cuentan cada uno con un motor desmontable sin engranajes de 20 Nm, una batería de litio de 220 Wh y una banda de rodadura de caucho, similar a la de una moto de nieve y que se enrosca en el cuerpo del esquí. Además, cada motor dispone de una IMU (Unidad de medición inercial) -un dispositivo electrónico que mide e informa acerca de la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales de un aparato- de 6 ejes y un módulo GPS.
De esta manera, mientras el usuario sube hasta la cima, la IMU controla continuamente la posición de cada esquí el peso y ángulo del talón de la persona. Con estos datos se activa automáticamente cada motor a medida que el esquí se desliza hacia adelante; lo que potencia la fuerza muscular de la persona. Mientras que si el esquiador se cae y suelta uno de los bastones, un sensor ubicado en la empuñadura del mismo hace que los motores se paren.
Un sistema que permite a los esquiadores subir pendientes de montaña hasta un 80% más rápido que con unos esquís sin motor, y con un 30% menos de esfuerzo, según sus creadores. Y las baterías ofrecen una autonomía de hasta tres horas con una carga completa, aunque esto depende de diversos factores, como las condiciones de la nieve.
Cuando el usuario está en la cima, se quita los componentes de asistencia y los guarda en una mochila, que está incluida. Algo en lo que se tarda menos de un minuto. A continuación, el usuario baja la montaña esquiando como lo haría con unos esquís normales y sin motor. Y para volver a subir la cima, se colocaría de nuevo el sistema E-Skimo.