Cuando adquirimos una vivienda o decidimos realizar una reforma, a menudo nos encontramos con la ubicación de los enchufes que no satisface nuestras necesidades. En esos casos, muchos recurren a alargadores y regletas, lo que puede generar caos de cables y un desorden visual.
Sin embargo, existe una opción más eficiente y menos invasiva: los enchufes de superficie. Estos se atornillan directamente a la pared, sin necesidad de hacer reformas mayores. Es una manera sencilla de añadir tomas de corriente donde más las necesitas sin alterar la estructura de la pared.
Para ello, se utiliza un cable eléctrico de superficie, que puede ocultarse detrás de una canaleta o, si se prefiere, fijarse discretamente a la pared por encima del rodapié. Esto minimiza su visibilidad y evita que los cables queden expuestos.
Cómo instalar un enchufe de superficie
Instalar un enchufe de superficie es un proceso sencillo y accesible para la mayoría de las personas. Lo primero y más importante es desconectar la electricidad de la zona donde vas a trabajar. Esto garantizará tu seguridad y evitará cualquier accidente mientras realizas la instalación. Asegúrate de tener todos los materiales necesarios antes de comenzar, como el enchufe de superficie, cables y herramientas adecuadas.
Una vez que la electricidad esté desconectada, procede a colocar el enchufe de superficie en la ubicación que hayas elegido. Estos enchufes no requieren ser empotrados en la pared, lo que facilita la instalación. Solo necesitarás atornillar el enchufe a la pared, asegurándote de que esté firme y bien colocado antes de continuar con el siguiente paso.
Luego, conecta el cable eléctrico al enchufe de superficie. Este cable deberá llegar hasta la toma de corriente que deseas modificar o añadir. En algunos casos, será necesario desmontar un enchufe ya existente para conectarlo al cable, lo cual se puede hacer con una clema para asegurar los cables de forma adecuada. También puedes optar por reemplazar la parte central del enchufe con una salida de cable, lo cual simplifica el proceso.
Si prefieres no desmontar los enchufes existentes, hay una opción más flexible: usar un cabezal o clavija. Esta solución te permitirá conectar y desconectar el cable a voluntad, sin realizar modificaciones permanentes en la instalación. Es una excelente alternativa para quienes necesitan ajustar la distribución de los enchufes de manera temporal o según cambien sus necesidades.
Es fundamental elegir componentes de calidad que sean adecuados para el uso previsto. Los enchufes y clavijas disponibles en el mercado suelen soportar potencias entre 2500W y 3600W, lo cual es suficiente para la mayoría de los electrodomésticos. Sin embargo, si planeas conectar aparatos de alto consumo, como termos o radiadores, asegúrate de que los componentes que elijas soporten la carga requerida, evitando sobrecargas o posibles accidentes.
Distribución adecuada de los enchufes
Es importante planificar bien el número de enchufes a instalar en la vivienda. En casas más antiguas, los enchufes no siempre están bien distribuidos, por lo que puede ser necesario añadir más puntos de toma de corriente. Esto es fundamental para adaptarse a las necesidades actuales y futuras.
Cada habitación tiene sus necesidades, por lo que es importante asegurarse de que los enchufes estén cerca de los electrodomésticos y dispositivos electrónicos. Por ejemplo, en el salón, coloca los enchufes cerca de las zonas donde se encuentren los aparatos electrónicos.
Dado el incremento de dispositivos electrónicos en los hogares, es recomendable añadir enchufes de reserva, lo que permitirá adaptarse a futuras necesidades sin necesidad de rehacer la instalación eléctrica. También es útil colocar enchufes en las paredes exteriores, evitando el uso de alargadores cuando se conectan dispositivos del exterior.
La altura de los enchufes es otro factor importante. La ubicación ideal es entre 30 cm y 120 cm del suelo, lo que facilita su uso sin tener que agacharse o estirarse. Además, es fundamental distribuir los enchufes uniformemente para evitar congestionar los cables y asegurar mayor flexibilidad en su uso.
En áreas como baños y cocinas, donde la seguridad es crucial, se deben instalar enchufes con interruptores de circuito por falla a tierra. Esto protegerá contra riesgos eléctricos si los enchufes entran en contacto con agua accidentalmente.