Moto X y Xbox One, el espía que amamos y el espía que odiamos
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En Internet se suele hablar mucho del favoritismo, de los “fanboys” y de aquella gente que solo ve la paja en el ojo ajeno. Por ejemplo, tenemos el caso de dos productos muy distintos pero con características muy similares, y sin embargo uno ha sido criticado hasta la extenuación, y el otro ha pasado entre vítores y halagos. ¿Porqué Internet se comporta así a veces? Lo importante es fijarse no solo en el producto en sí, sino en cómo ha sido vendido. Pongamos el caso del Motorola Moto X, y de la consola Xbox One.
Por una parte, el dispositivo de Motorola es uno de los primeros desde que la compañía fue comprada por Google, y cuenta con una función muy llamativa. Es capaz de escuchar nuestras órdenes y ejecutarlas sin necesidad de tocar el dispositivo. Con decir una frase podemos controlar el dispositivo, realizar búsquedas, y todo ello con acceso a nuestros datos para que nos muestre la información que necesitamos en cada momento. Esto abre toda una serie de posibilidades.
Por otra parte, la Xbox One viene con la nueva versión de la cámara Kinect incluida, y cuenta con una función muy llamativa. Es capaz de escuchar nuestras órdenes y ejecutarlas sin necesidad de tocar el mando. Con una frase podemos controlar los menús, realizar búsquedas, y todo ello con acceso a nuestros datos para que nos muestre la información que necesitamos en cada momento. Esto abre toda una serie de posibilidades.
¿Podéis averiguar qué dispositivo se ha llevado los halagos y cuál las críticas? Seguramente sí. La función de escucha del Motorola Moto X no solo no ha molestado a prácticamente nadie, sino que incluso ya cuenta con copias mas o menos fidedignas para otros dispositivos Android, y es casi seguro que Google lo incluirá en sus futuros dispositivos.
En cambio, Microsoft ha recibido palos desde las primeras filtraciones, y sufriendo toda una pesadilla de relaciones públicas que ha provocado un giro de 180 grados en prácticamente todos los anuncios iniciales. Y ahora se confirma que el uso de Kinect no será obligatorio, al contrario de lo que se informó en un principio.
¿Porqué esta diferencia en las reacciones del usuario medio? Hay quien podría pensar que hay cierta injusticia, que Microsoft aún tiene esta fama de “compañía malvada” de la que no se puede confiar, y que en cambio Google, pese a que su imagen no está completamente limpia, tiene muchos fans y usuarios acérrimos que son mas proclives a aceptar cualquier cosa de su compañía favorita. No negaré que todo eso tiene parte de culpa de esta diferencia de opiniones, pero yo además veo mucha culpa en la propia Microsoft.
Porque, cuando Motorola presentó Moto X, nos vendió sus características. En cambio, Microsoft nos las forzó. Las funciones son las mismas, pero la actitud no lo es. Desde el primer momento, la campaña de Motorola (tanto la propia como la de las operadoras como la del vídeo) dejó claro qué era lo que tenía su dispositivo y qué era capaz de ofrecernos con él.
En cambio, las conferencias y notas de prensa de Microsoft estuvieron llenas de incongruencias, demasiada información técnica y poca de la que le interesa al usuario, y las pocas posibilidades que mostró no valían la pena – el tiempo que dedicaron a mostrar a Xbox One como un aparato de televisión en la primera conferencia fue especialmente criticado en las redes sociales.
Así, lo importante no es solo tener un buen producto, sino saber qué hacer con él y mostrárselo al usuario. Daba la sensación de que Microsoft primero decidió incorporar Kinect a Xbox One, y luego pensar qué hacer con eso. En cambio, la función de escucha del Motorola Moto X vino con sus propias posibilidades desde el primer día. Es muy posible que, si Microsoft hubiese mantenido la obligación de usar Kinect, los desarrolladores hubiesen encontrado maneras revolucionarias de usarlo, pero como accesorio opcional ha perdido interés tanto para estos como para el propio usuario final.