Una IA consigue la puntuación de cociente intelectual de un niño de 4 años
Investigadores han averiguado cuál es el cociente intelectual de una Inteligencia Artificial comparado con niños de entre 2 y 7 años.
7 octubre, 2015 18:23Noticias relacionadas
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¿Cuál es el cociente intelectual de una Inteligencia Artificial, y cómo se compara con los humanos? Con todo lo que ha avanzado la tecnología, puede que te hayas hecho esa pregunta.
Un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago y un equipo de investigadores de Inteligencia Artificial la ha respondido, y nos permite llegar a dos conclusiones.
Primero, que las IA son cada vez más inteligentes, pero un ser humano adulto lo es aún más. Al menos en el test estándar de inteligencia WPPSI-III que usaron en el estudio, donde la inteligencia artificial probada consiguió una puntuación en torno a la media de los niños de 4 años, pero por debajo de la media de los niños de 5 a 7 años.
El cociente intelectual de una Inteligencia Artificial es bastante bajo
En concreto, la IA usada fue ConceptNet, un proyecto open-source creado por el MIT. Fue bastante capaz comparada con los resultados de sujetos de 4 años, pero en cuanto se comparó con los de 7 años la diferencia fue abismal; el test está diseñado para niños desde los 2 años a los 7 años, y está compuesto de 14 subpruebas. Esto demuestra que la curva de dificultad se vuelve cada vez más empinada conforme la IA se vuelve más inteligente, y que a los ingenieros aún queda lo más difícil para alcanzar la inteligencia de un adulto.
No solo eso, sino que también queda mucho trabajo por delante en algo tan básico como comprender las preguntas; en una de las pruebas la pregunta era “What is a saw used for?” (¿Para qué se usa una sierra?), pero la IA confundió “saw” de “sierra” con la forma del verbo “to see” (ver), así que respondió hablando de la función del ojo en vez de la función de la sierra. Es un problema que mejores algoritmos de procesamiento del lenguaje solucionarán, pero que también arroja luz sobre los desafíos a los que se enfrentan los investigadores.
Fuente | Phys.org