La nueva IA de Google es capaz de encontrar la salida en laberintos 3D

Google sigue empeñada en crear a los que conquistarán la humanidad, ahora con el desarrollo de una Inteligencia Artificial que navega laberintos sin problemas.

DeepMind, la empresa de Google dedicada a la investigación sobre el aprendizaje automático, es una de las más activas últimamente. No hace mucho una de sus IA consiguió vencer a un jugador de Go profesional por primera vez en la Historia, pero no es el único desarrollo que lleva.

Un estudio publicado el pasado viernes revela que también está trabajando en desarrollar IA que sean capaces de resolver problemas de navegación en espacios 3D virtuales, por ejemplo en el caso de un laberinto. Es un avance importante que puede ser clave para el uso de estos sistemas inteligentes en la vida real.

En busca de la IA que pueda vencernos en el Gran Turismo

Lo llamativo de este proyecto es que la IA es capaz de navegar por entornos tridimensionales. Hasta ahora los grandes avances se habían conseguido en entornos virtuales de dos dimensiones, como por ejemplo, la IA desarrollada el año pasado por Google que era capaz de vencer a jugadores de verdad en juegos clásicos de Atari.

Pero una vez que sumas una dimensión, la cosa se complica mucho para la IA, ya que la cantidad de posibilidades aumenta. Los únicos indicativos que recibe la IA son los píxeles que se muestran en pantalla y la puntuación, y se le pide que la aumente todo lo que sea posible. Esta IA no sabe al principio qué tipo de juego está jugando, cuáles son los controles, o ni siquiera qué tipo de personaje son en el juego. Por ejemplo, ¿son una persona en un laberinto, o un coche en un juego de carreras?

Cómo funciona la Inteligencia Artificial que navega laberintos y más

Esta IA es capaz de adaptarse a las circunstancias, aprendiendo del entorno virtual y de lo que pasa cuando toma una decisión errónea. Para ello usa la potencia de su red neuronal, unidades de procesamiento dispuestas en capas llamadas nodos, que toma decisiones con sentido.

Es decir, que la IA no se dedica a probar todas las combinaciones posibles hasta que encuentra la buena, sino que se centra en las que sabe que funcionan; eso es lo que la diferencia de otros sistemas que simplemente tenían enormes bases de datos con todas las posibilidades, algo que no es factible en un juego 3D en el que el número de combinaciones es estratosférico.

Por el momento no podremos escribir un titular como “Una IA puede vencerte a Call of Duty”, tal es la complejidad de los juegos 3D. Pero que llegará el momento en el que lo haga es algo que ya parece inevitable.