SanDisk iXpand: analizamos el último pendrive para iPhone

Tener un pendrive para el móvil puede ser práctico o puede no serlo, ya hemos hablado de ello, ¿pero el SanDisk iXpand está a la altura como pendrive para nuestro iPhone?

El vasto mundo del almacenamiento externo ha llegado a los smartphones, aunque les ha costado despegar en comparación a los pendrives tradicionales de nuestros ordenadores.

Ahora tenemos pendrives que podemos conectar a nuestro smartphone y a nuestro portátil, ¿pero estos pendrives funcionan bien?

Para averiguarlo hemos conseguido un SanDisk iXpand, uno de los últimos pendrives de SanDisk con conectores para ordenador y para iPhone, para comprobar cómo funciona. ¿Dará la talla o se quedará a mitad de camino?

Diseño: curioso aunque con dudas

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Este SanDisk iXpand tiene una forma curiosa, en realidad: se trata de un bloque metálico principal que hace las veces de USB 3.0, mientras que tiene una extensión flexible que gira 180 grados para terminar en un conector Lightning, más propio de los dispositivos iOS.

La parte flexible no parece muy dispuesta a que la forcemos de mala manera, aunque cumple con su función de permitir la conexión con un smartphone o una tablet sin estorbar.

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La conexión con el ordenador no supone ninguna dificultad, la parte metálica entra hasta cierto punto y hace conexión. La parte para móviles no es tan simple porque tenemos que “tirar” un poco de ella hacia arriba, lo suficiente para permitir que la parte de conexión encaje en el teléfono y la parte metálica se quede por detrás del dispositivo en cuestión.

Cuesta acostumbrarse por el miedo a cargarse el pendrive en la parte flexible, pero te acostumbras. Además, el hueco del pendrive en el que se introduce el Lightning pasa a estar de adorno, porque la parte flexible no recupera su posición una vez doblado para ser conectado.

Rendimiento en ordenador: un pendrive más

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En el ordenador, y si ignoramos la parte flexible, nos encontramos con un pendrive más que funciona como cualquier otro. Lo conectamos, el sistema operativo de nuestro ordenador lo detecta y hace disponible la unidad para escribir y leer archivos. Tiene tan poco misterio que es hasta decepcionante.

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Respecto a velocidad en bruto, hemos usado Blackmagic Disk Speed Test con un MacBook Pro Retina (Intel Core i5 4278U, SSD, OS X El Capitan), y hemos obtenido velocidades normales para hablar de USB 3.0. A continuación tenéis las medias en bruto:

• Lectura: 85 MB/s
• Escritura: 40 MB/s

En un uso real, el intercambio de datos se produce a una velocidad buena, aunque se hará poco si estamos acostumbrados a velocidades de transferencia más altas: un MKV de 1.5GB tarda menos de 30 segundos en transferirse, mientras que una carpeta de archivos FLAC (12 archivos, 250MB) se traspasa en unos 5 segundos. Todo esto utilizando el estándar USB 3; si usamos un puerto de menor velocidad irá más lento. También hemos probado a conectar este pendrive a dispositivos como televisores (Sony Bravia 2015) y NAS (Synology) y no hemos tenido ningún problema.

Rendimiento en iPhone: útil aunque capado

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Por otra parte, y al contrario que en otros sistemas operativos, Apple no permite el almacenamiento masivo así como así en sus dispositivos móviles. SanDisk ha esquivado este bloqueo con una aplicación propia -disponible en el App Store- que nos da acceso al pendrive y a funciones interesantes.

Por desgracia, la aplicación es la única forma de acceder al pendrive, ni otras aplicaciones ni el sistema operativo lo pueden hacer en un principio. La aplicación cuenta con tres apartados principales que, además de dar acceso a los archivos, cuentan con varias funciones extras que consisten en copias de seguridad.

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La primera sección consiste en copiar archivos del teléfono a la memoria del pendrive, y copiar archivos del pendrive a la memoria de nuestro teléfono móvil. Eso sí, la segunda función tiene truco: sólo las fotos se pueden integrar con el carrete del iPhone, el resto de archivos sólo son accesibles a través de la aplicación cuando el pendrive no esté conectado.

La segunda sección es para ver archivos dentro del pendrive cuando esté conectado; un explorador de archivos que nos permite navegar por el pendrive como si lo hiciésemos en un ordenador, que también sirve para explorar los ‘archivos guardados’ en nuestro iPhone. La tercera y última sección sirve para copiar todas las fotografías del carrete, hacer una copia de seguridad de nuestras fotografías en Facebook, Instagram y Picasa, y para copiar nuestra lista de contactos.

Conclusiones: un pendrive no apto para todo el mundo

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Por una parte, nos encontramos un pendrive convencional al que todos estamos acostumbrados, y en el que su utilidad se podría tildar de incuestionable. Metemos archivos para llevarlos a otros sitios, hacemos copias de seguridad, dejamos archivos cuando necesitamos espacio… todos los usos que se os ocurran, en realidad.

Lo interesante en este pendrive es analizar la parte que corresponde a los dispositivos móviles, el plus que SanDisk busca vender con este producto. Lo cierto es que los almacenamientos externos han ido cediendo en favor del uso del almacenamiento en la nube, pero eso no significa que los pendrives vayan a desaparecer, y este pendrive de SanDisk tiene un nicho de usuarios bastante claro: los que no pueden -o no quieren- usar la nube para transferir archivos desde y hasta sus dispositivos móviles.

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Transferir archivos entre dispositivos sin depender de la nube, hacer copias de seguridad locales por si las moscas o acceder a archivos que no queramos tener en la memoria de nuestro teléfono. Todos esos son posibles usos que le puedes dar al pendrive, y si crees que encajas en ese perfil, entonces este SanDisk iXpand puede ser una buena inversión.

El SanDisk iXpand está disponible en Amazon a partir de 44.99€ por 16GB de memoria: están disponibles modelos de hasta 128GB aumentando el precio en consecuencia.