Puede que sea el momento de ir buscando alternativas a Chrome, el popular navegador de Google.
Y cuando digo “popular”, lo digo en serio. Según NetMarketShare, el 59% de los internautas usa Google Chrome, una ventaja extraordinaria sobre Internet Explorer, que sigue aguantando pese a todo.
Vale, Chrome no ha llegado a los índices de popularidad que IE tuvo en su momento; pero los tiempos han cambiado, el mercado no es el mismo, y podemos decir que el dominio de Chrome es bastante evidente.
Alternativas a Chrome a tener en cuenta si la cosa no mejora
Pero eso no significa que sea el mejor navegador, al menos no para todo el mundo. Aunque en sus inicios fue el navegador más revolucionario, lleva ya unos años en los que no ha cambiado mucho. No es que Google haya dejado de trabajar en el programa, sólo que los cambios son menores o afectan al funcionamiento interno.
Mientras tanto, las carencias de Chrome siguen sin resolverse. En concreto, es algo alarmante que a estas alturas aún no se haya mejorado la gestión de recursos de Chrome; aún es capaz de ocupar una cantidad absurda de memoria, y es común encontrarse con pestañas que dan problemas incluso en segundo plano (como por ejemplo, ocupando recursos de GPU).
La única novedad que realmente puede marcar la diferencia es el bloqueador de anuncios; pero esa funcionalidad aún no ha sido anunciada oficialmente, y otros navegadores ya lo ofrecen.
Ese es el verdadero problema de Chrome, que, después de un periodo de sequía, ya existen otros navegadores más innovadores e interesantes.
Vivaldi
Personalmente, uno de los que más me ha interesado es Vivaldi. Creado por el que fuera co-fundador de Opera, este navegador es el sucesor espiritual de aquel programa clásico.
Eso implica que lo más importante de Vivaldi es la personalización de nuestra experiencia. Tenemos acceso a todo tipo de funciones y herramientas que nos permiten navegar como prefiramos; incluso creando una configuración para cada pestaña.
En las últimas semanas Vivaldi ha añadido nuevas funcionalidades, como la posibilidad de desactivar las imágenes (nos ahorra ancho de banda), de cambiar el fondo de pantalla de las nuevas pestañas, o gestionar nuestras descargas.
Vivaldi está basado en Chromium, el programa de código libre en el que está basado Chrome, pero parece gestionar mejor los recursos.
Opera
Hablando de Opera, en los últimos meses estamos viendo todo un renacer de parte de este navegador. Después de serios cambios, Opera pasó por una “era oscura”, en la que apenas era un Chromium con otro nombre.
Afortunadamente, sus propietarios se han dado cuenta de que eso no es lo que quieren sus usuarios. Poco a poco, están recuperando funciones clásicas de Opera, añadiendo otras nuevas.
Recientemente, esta nueva tendencia culminó en la integración de apps de mensajería en el propio navegador; algo realmente útil si estamos conectados todo el día.
Además, la compañía nos permitió echar un vistazo al futuro de los navegadores con el lanzamiento de Opera Neon. Otra prueba de que han recuperado esa ansia por la innovación que les caracterizaba antes.
Firefox
Y luego tenemos a Firefox, que siempre es una apuesta segura. Sí, incluso ahora que parece que el programa está pasando por los mismos problemas que Chrome.
Firefox ha sido vital en el desarrollo de la web abierta; es gracias a Mozilla que ahora tenemos la web que tenemos. Pero eso no se ha traducido en la cuota de mercado que debería tener, quedando siempre por detrás de IE y Chrome.
Si meto a Firefox en esta lista no es por su pasado, ni por su presente, sino por el potencial de su futuro. Desde que Mozilla decidió cambiar de dirección, el futuro de Firefox ha empezado a cobrar forma.
El mejor adelanto lo vimos el mes pasado, cuando se publicaron las primeras capturas de pantalla e información sobre sus novedades. Además de un cambio a una interfaz mas moderna con animaciones, el nuevo Firefox nos dará más control.
Podremos configurar la precarga de páginas para acelerar la navegación, controlar la cantidad de memoria RAM que usa el programa, y la cantidad de procesos que podrá crear.
Hay que tener en cuenta que todas estas novedades no llegarán de golpe, sino poco a poco en los próximos meses. De ahí mi recomendación de dar el salto a Firefox para ir preparándonos para estos cambios.
Estas son sólo tres alternativas a Chrome que están dando más que hablar. Puede que ahora Google tenga control sobre el mercado, pero debería aprender del que tenía antes ese control, Internet Explorer, y de cómo acabó cayendo a manos de navegadores más innovadores.