Al comprar online podemos salir estafados si no seguimos unas precauciones y consejos muy básicos.
Comprar online no siempre es seguro. Hay muchas webs que quieren aprovecharse del desconocimiento de la gente para estafar (y muchas veces lo consiguen). Además, tenemos que sumar otros factores de riesgo al realizar compras online.
Las compras online son cada vez más frecuentes. En España, concretamente, cerca de 19 millones de personas realizaron compras online durante 2016. Esto supone más de un 39% de la población, por lo que no hablamos precisamente de que es un mercado que mueve muy poco dinero.
Únicamente Amazon facturó durante 2016 casi 871 millones de euros, mucho más que Zara (651 millones), El Corte Inglés (371 millones) o PcComponentes (271 millones). Entre los 5 portales con más facturación se suma un total de 11 640 millones de euros.
Precauciones
Mejor es prevenir que curar, ¿no? Cuando compramos online hay que descargar muchos portales. No todos valen, y aunque algunos sí que cumplan, mejor sustituirlos para evitar algún que otro dolor de cabeza
Siempre usar HTTPS
HTTPS es un protocolo de navegación web. Los medios somos muy pesados con él, pero es que es esencial. Una de las mayores ventajas de HTTPS sobre el resto de protocolos es, obviando la velocidad, la seguridad que ofrece. Concretamente hablamos del cifrado SSL (Secure Sockets Layer). Lo que hace es, concretamente, cifrar las comunicaciones de extremo a extremo, pudiendo únicamente descifrarlas quién la envía o quién las recibe.
Así, es imposible que cualquier persona pueda interceptar la información. Sí que se podría interceptar realmente las comunicaciones, pero no el mensaje, pues como decimos está bajo una clave (como si tuviera un candado, sin la llave no podríamos abrirlo).
Sin este cifrado, todo lo que escribamos en una web podría ser interceptado. Esto es, si iniciamos sesión, podrían saber incluso nuestra contraseña y nuestro correo electrónico. Imagínate, en el caso de las tiendas online, si introducimos nuestra cuenta bancaria. Muchas pasarelas de pago gestionan los datos bancarios por separado (fuera del dominio web de la tienda) para ofrecer mayor seguridad, pero en otras tantas ocasiones no es así.
Para comprobar si tenemos este cifrado o no tendremos que fijarnos en la parte izquierda de la URL. Si aparece en verde y con un candado, es que las comunicaciones están cifradas. Si por el contrario aparece la URL en gris y no hay ningún candado, las comunicaciones no están cifradas. Muchas webs establecen por defecto el HTTPS, pero en algunas otras tendremos que cambiar manualmente de HTTP a HTTPS (simplemente es cuestión de añadir una ‘s’ al final).
Usa un equipo seguro
Aún teniendo mucho cifrado, puede ser que la brecha de seguridad esté localizada en nuestro ordenador. En este caso, la comunicación sería interceptada antes incluso de que se cifrase, por lo sería totalmente inútil. Hablamos, en efecto, de los virus, spyware, keylogger o cualquier otro tipo de software maligno.
Una de las precauciones más importantes a tomar a la hora de evitar tener un equipo inseguro es tener tanto el antivirus como el sistema operativo al día (para evitar exploits), además de aplicar el sentido común y no hacer un mal uso del ordenador (descargar ficheros extraños de Internet o del correo electrónico, por ejemplo).
El Wi-Fi también es un aspecto que hay que cuidar, pues estar conectados a una red no segura podría provocar que acabásemos infectados por un algún virus. Concretamente se puede saber desde qué dispositivo concreto se navega (es decir, el modelo del teléfono u ordenador) y así buscar posibles vulnerabilidades para ‘explotarlas’.
Busca la reputación de sitio en Google
En Google o donde sea. Lo mejor antes de comprar en cualquier sitio es mejor asegurarse de que no mucha gente haya tenido experiencias desagradables en el pasado. Obviamente no todo el mundo puede estar contento, pero si aparecen muchas quejas en portales o foros es mejor pasar. También hay que tener cuidado con las opiniones positivas, pues en muchos casos son del propio dueño.
Hay muchas webs chinas o inglesas mal traducidas a español que, a pesar de que sí que cumplen con las entregas, en caso de fallo no hay ningún tipo de protección. Son ‘empresas’ que están fuera incluso de la Unión Europea y que muchas veces además los gestores se desentienden de problemas. Otras tantas ni siquiera llegan a enviar nunca el producto.
Todo esto se podría evitar con sentido común, por supuesto, pues en Amazon o PcComponentes, por ejemplo, no podría pasar (pero sí una web con textos en chino y otros tantos en español), por lo que lo mejor es recurrir a Internet para saber dónde estamos comprando y si es de fiar o no.
Consejos
No pinches nunca en ofertas que te envíen
Nunca nunca nunca se ha entrar a las ofertas que nos llegan mediante WhatsApp o mediante el correo electrónico. Primero, porque no sabemos lo que hay detrás del enlace. Y ya no es que nos copien los datos de la tarjeta, sino que directamente ni lleguemos a ese paso y antes incluso ya tengamos un virus.
Segundo porque como dice el dicho, “No es oro todo lo que reluce”, así que si vemos una oferta muy suculenta lo primero que tendremos que hacer es sospechar. Efectivamente, tienes que dudar de ese iPhone 7 Plus que está en Wallapop por 250 euros, pues no hay nada bueno detrás.
Usa una tarjeta virtual
Si no podemos usar PayPal u otros servicios del mismo estilo (que medien entre la otra persona y nosotros en caso de posible estafa), podemos usar una tarjeta virtual. Las tarjetas virtuales son eso: tarjetas que realmente no existen físicamente pero en las que podemos ir metiendo el dinero que queramos.
BBVA, Bankia, Santander, CaixaBank y muchas otras bancas tiene este tipo de tarjetas. Algunos lo llaman ‘e-cash’ y otros simplemente tarjeta virtual, aunque es lo mismo. Digamos que son como unas tarjetas prepago. Por último, tenemos las famosas PaySafeCard que se pueden conseguir en estancos o tiendas, que también son recargos.
Revisa el envío y posibles gastos
Si el envío viene por ejemplo de Estados Unidos, podría conllevar gastos adicionales por envío o por aduanas. Lo mejor es evitarse problemas y recurrir directamente a países de la Unión Europea. También hay países con algún acuerdo comercial especial con España para que estos gastos sean los menores posibles. Si el almacén está en España, perfecto, pues no se aplican cargos.
Revisa muy bien el producto
Antes era muy común, por ejemplo, enviar maquetas de cartón del objeto que se vende en sí y no del propio artículo. Como esta, hay muchas estafas parecidas o iguales. Hay que leer la descripción del artículo muy bien, fijándonos en si se trata de un producto original o copia. Aunque cuando nos llegue puede seguir siendo una copia china, pero eso ya es otro tema.
Sobre todo hay que fijarse en el estado si es de segunda mano. Es decir, si lo compramos en Wallapop o en Milanuncios, porque en esos portales abundan las estafas de particular a particular, aprovechándose sobre todo del desconocimiento de la gente o del anonimato.