Apple ya apuesta por Face ID, su nuevo sistema de identificación biométrica. ¿Conseguirá superar a la ya clásica huella dactilar, o se quedará corto?
Una de las grandes novedades del nuevo iPhone X es que se ha olvidado del lector de huella dactilar. Por primera vez un iPhone deja de tener lector de huellas desde el iPhone 5S, teléfono que los estrenó. Un cambio bastante relevante y que se llevaba rumoreando varios meses.
A cambio, Apple ha apostado por el reconocimiento de rostro. Es decir, los iPhone ahora reconocerán nuestro rostro y no nuestro dedo. ¿Pero cómo funciona esta tecnología? ¿Es mejor o peor que el reconocimiento de huella dactilar que ya tenemos? ¿Es igual de segura, o aporta menos seguridad?
El sistema ya tenía escépticos…
Face ID dio mucho de qué hablar en los meses previos al lanzamiento del iPhone X. Primero fueron los rumores de que Apple pondría el lector de huella bajo la pantalla, y después vinieron los que afirmaban que no llegaron a tiempo, y que lo abandonarían por completo.
Desde entonces se especuló sobre cómo nos reconocerá el iPhone, cómo sabrá que somos nosotros sin usar una contraseña o un PIN. Algunos apostaban por el reconocimiento de iris, siguiendo el rastro de Microsoft y Samsung. Mientras, otros aseguraban que se trataría de reconocimiento de rostro con mejoras. Incluso volvieron algunas voces difusas que aseguraban que el Touch ID se quedaría.
Estos rumores ya comenzaron a generar escépticos. Después de establecer un sistema seguro como la huella dactilar, de repente Apple lo elimina y apuesta por el reconocimiento facial. Empezaron a llegar las dudas sobre si sería tan efectivo como lo existente, o si sería un error por parte de Apple.
…y la demo falló en el último momento
La presentación oficial del iPhone X nos reveló un reconocimiento de rostro con esteroides, sin lector de huella dactilar. Lo único que rompe con la pantalla sin marcos es una fila de sensores y cámaras especializadas en reconocer nuestro rostro con una precisión milimétrica. Según Apple, sólo una persona de cada un millón podría desbloquear nuestro teléfono.
Sin embargo, falló en el momento de la verdad. Craig Federighi se disponía a mostrar cómo funcionaba, y el teléfono se bloqueó. Face ID no funcionó y el iPhone pedía la contraseña. Craig consiguió “salvar” la situación usando un iPhone X de repuesto que no se bloqueó, pero el daño ya estaba hecho. Face ID acababa de fallar en la presentación, frente a miles de personas.
Apple ya ha explicado que esto sucedió porque varias personas estuvieron tocando el teléfono antes de la presentación, sin percatarse de que Face ID estaba intentando reconocerlos. Cuando llegó Craig el teléfono ya estaba bloqueado, según la versión de Apple. Pero esto no ha evitado que los escépticos mantengan su postura.
¿Cuáles son las claves de Face ID? ¿Y sus desventajas?
Lo cierto es que Apple ha usado la inteligencia artificial para hacer el sistema más seguro y eficaz. Es capaz de reconocernos con un look diferente o con accesorios en el rostro porque aprende cómo es desde cero. No se limita a sacar una copia y a compararla cada vez que desbloqueamos, aprende con cada reconocimiento.
Y los números que consigue son sorprendentes. Conseguir un reconocimiento falso por cada millón de personas es un auténtico logro, superando la seguridad de la huella dactilar. Todavía está por ver cómo funcionará con gemelos y personas que tengan un rostro similar, pero son buenas cifras para empezar.
Sin embargo, el sistema plantea varias dudas y posibles problemas. Por ejemplo, podemos usar la huella dactilar en cualquier posición. Para usar el reconocimiento de rostro tenemos que colocar delante nuestra el teléfono. ¿Cuánto de permisivo es Face ID con el ángulo que podamos usar? ¿Cómo de usable es Face ID?
Esto también nos lleva a la comodidad. ¿De verdad es más cómodo ponernos el teléfono en la cara que colocar el dedo en un botón? ¿Va a ser cómodo pagar con Apple Pay o confirmar nuestra identidad en aplicaciones con Face ID?
También merece la pena destacar que, cuando la demo falló, Craig Federighi se pasó la mano por los dos lados de la cara antes de volver a intentarlo. Puede ser un gesto de nerviosismo, pero también puede que se estuviera limpiando el rostro. ¿Cuánto pueden afectar factores como el sudor o los reflejos al reconocimiento de rostro?
¿Conseguirá Face ID desbancar a la huella dactilar?
Esto último es más importante de lo que parece: Apple quiere que Face ID sustituya en todo a la huella dactilar. Desde desbloquear el teléfono a pagar en tiendas, pasando por confirmar la descarga de una aplicación o una compra en una aplicación. Todo esto ya lo podía hacer Touch ID, y ahora es responsabilidad de Face ID.
Por ello es tan importante que funcione bien, y que sea capaz de hacerlo en las mismas condiciones que la huella dactilar. Obligarnos a usar más el PIN o la contraseña son claros pasos atrás en usabilidad e incluso en seguridad.
Todas estas dudas se resolverán cuando el iPhone X llegue al mercado el 3 de noviembre. Mientras sólo nos queda especular y ser precavidos.
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