Un grupo de investigadores, entre otros expertos, han logrado hackear un Boeing 757.

Hoy en día se puede hackear de todo: desde televisores hasta marcapasos, paseando por paneles solares (sí, como lo oyes) ¿Por qué no un avión?

Los aviones son uno de los pocos vehículos que, aunque tienen modo crucero, no tienen modo autónomo. Además, es donde más sencillo es de implementar, después de los trenes y el metro, pues el tráfico en pleno vuelo es inexistente, y el único lugar donde únicamente sería necesario tener mayor precaución es en el despegue y en el aterrizaje.

No obstante, cuando se ha planteando de forma pública, la opinión general suele tender hacia el miedo por la seguridad informática. La gente piensa que alguien se podría hacer cargo mediante control remoto del avión y generar un desastre. No es lo mismo un coche autónomo, donde viajan, como máximo, cinco pasajeros, que un avión, donde se desplazan cientos de personas.

Y no van mal encaminados, pues un grupo compuesto por miembros del gobierno estadounidense, personal de la industria de la aviación e investigadores han logrado hackear un avión; ha sido un Boeing 757. El 16 de septiembre del año pasado compraron un avión del modelo del que hablamos y dos días después ya lo habían conseguido hackear.

Los aviones se pueden vulnerar, pero los más modernos son más seguros

El modelo escogido no es relativamente moderno, sino que se fabricaron 1050 unidades desde 1982 hasta 2004. No obstante, los aviones no se usan durante 5 años y se dejan de usar, sino que tienen una vida útil de varias décadas. Por ello, aún se siguen usando comercialmente, aunque no sean lo último en tecnología y en mecánica.

Lo que hicieron fue conseguir penetrar en su sistema (y por lo tanto, en su seguridad) desde el exterior, y sin tener acceso físico del avión. Por supuesto, estaba en tierra, aunque este último dato no es importante ¿Cómo accedieron? Muy sencillo: desde el sistema de comunicación por radio, el mismo que se usa para comunicarse con los centros aéreos de los distintos aeropuertos.

boeing 757 en vuelo

Añaden, además, que es un método bastante rápido para entrar a cualquier avión. Sin embargo, es una afirmación un tanto atrevida, pues los aviones más modernos no usan el mismo sistema de comunicación por radiofrecuencia, por lo que el método para introducirse en sus correspondientes sistemas tampoco es el mismo; lo cual, no se puede afirmar que se igual de sencillo.

Pero el hecho de que sean aviones relativamente viejos no quiere decir que no haya que velar por su seguridad. De hecho, es todo lo contrario: al ser sistemas más viejos, son más vulnerables a ataques informáticos, al menos en parte. Por ello, ante cualquier problema de software, se debería solucionar de forma instantánea.

Solucionar un problema de software en un avión no es barato

El problema es que no es tan sencillo. Y es que se tendría que invertir una cantidad horriblemente grande de dinero para solucionar este tipo de problemas. Se estima, que cada línea de código que haya que corregir le cuesta a la compañía aeronáutica del orden de un millón de dólares. Y las vulnerabilidades, por norma general, no están constituidas por una sola línea, sino por un conjunto que puede llegar perfectamente a la centena. Y este coste, habría que aplicarlo de forma unitaria a cada avión de cada compañía.

donald-trump-boeing-757

Donald Trump, por ejemplo, sigue usando un Boeing 757 para sus movilizaciones. O, al menos, hasta que entró a Presidente de los Estados Unidos, cuando comenzó a usar el avión presidencial ‘Air Force One’. Pero este tampoco es que sea muy moderno, pues el modelo, un Boeing 747-200 modificado, se introdujo en 1969, solo que se sigue fabricando en la actualidad.

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