Ultrasonidos, la nueva arma de los hackers para atacar tu disco duro

Investigadores conjuntos de la Universidad de Michigan (EEUU) y de la Universidad de Zhejiang (China) han descubierto que es posible bloquear e inutilizar discos duros a demanda mediante ultrasonidos, abriendo la vía a un nuevo tipo de ataques acústicos. Por supuesto, para poner en práctica este tipo de ataques, es necesario que la persona se encuentre físicamente cerca del dispositivo o que en su defecto sea capaz de controlar algún altavoz cercano.

No se necesita ningún tipo de altavoz especial, de hecho; cualquiera que esté a mano, como el de un ordenador o el de un teléfono, sería suficiente. Y este tipo de ataques no solo puede ejecutarse en discos duros de ordenadores o portátiles, sino que también inutiliza aquellas cámaras que usan discos duros para grabar la imagen.

Romper un equipo sería tan “sencillo” como hackear un dispositivo capaz de emitir sonidos y conectado a Internet que esté cercano al equipo que queremos inutilizar y reproducir a través de su altavoz los ultrasonidos capaces de bloquear e inutilizar el disco duro (la diferencia entre estos dos resultados es el tiempo de exposición).

Sonidos que no podemos escuchar, un nuevo método para atacar discos duros

ultrasonidos ataque acustico bloquear e inutilizar disco duro

Los humanos no somos capaces de escuchar sonidos ultrasónicos, por lo que este tipo de ataques se vuelve más peligroso al descubrir que no podríamos saber, al menos aparentemente, que se está produciendo un ataque de este tipo. Mediante los ultrasonidos, concretamente, se crea una vibración en el disco duro que hace que la aguja del cabezal de lectura/escritura se salga de las pistas de datos correspondientes.

ataque ultrasonidos windows ubuntu pantalla azul discos duros

Otros experimentos anteriores, como el realizado por la Universidad de Princenton (EEUU), consiguieron hacer saltar la pantalla azul en un Windows mediante la reproducción continua de este tipo de sonido durante 5 minutos; en Ubuntu, en cambio, bastó con 90 segundos para que saltase un error grave en el equipo.

Y esto es algo que ya ha ocurrido. En 2016, por ejemplo, el centro de datos de un banco de ING rumano se quedó inoperativo durante 10 horas porque durante un simulacro de incendio en el que se emitió un gas inocuo generó un sonido que rompió los discos duros. En este caso fue un daño colateral al emitir el gas encargado de proteger los equipos electrónicos; la presión a la que se expulsó era mayor, y se generó el estruendo que rompió los discos duros.

Otro ejemplo de este fenómeno es cuando en 2008 Brendan Gregg, un ingeniero que para aquél entonces trabajaba para Sunworks de Sun, mostró en YouTube cómo era posible causar errores de escritura/lectura tan solo gritando a los discos duros. Ya sabes, a las plantas le gusta la música clásica, y los discos duros odian que les grites.