Lubuntu es una de las distribuciones de Linux más recomendadas para ordenadores viejos, dada su estabilidad y consumo de pocos recursos. Pero a partir de ahora ya no lo será más, o al menos en sus versiones más modernas: dejarán de estar enfocadas en los viejos ordenadores, porque ya no es necesario. Mientras que antes la computación doméstica tenía un precio alto, ahora ya no: por poco dinero conseguimos mucha potencia, por lo que ya no es necesario.

El próximo octubre, una nueva actualización cambiará el entorno de usuario LXDE por el nuevo LXQt, momento en el que además eliminarán su actual enfoque, dejando de lado el consumo de recursos como prioridad.

“Los ordenadores antiguos son potentes, no como antes”

Lubuntu-2

«Crear una distribución de Linux específicamente para hardware antiguo comienza a convertirse en un desafío. A medida que pasa el tiempo, la definición de ‘máquinas más antiguas’ ha ido cambiando. En un punto, nuestra regla de oro consistía en admitir máquinas de diez años». Sencillamente la situación no es la misma; las cosas han cambiado, afirma la desarrolladora de Lubuntu, y ya no es necesario.

Los ordenadores antiguos que se lanzaron hace 10 años, por ejemplo, tienen como mínimo un procesador AMD Phenom X3, además de admitir, al menos, 2 GB de memoria y un procesador de dos núcleos, junto con una arquitectura del procesador de 64 bits; ya no hace falta, desde luego, centrarse en lo que antes eran los “ordenadores viejos”. No obstante, el cambio ha provocado enfrentamientos internos, por lo que no sería de extrañar que el equipo se llegue a dividir debido a las dos filosofías, y una parte se dedicase a mantener el proyecto como siempre ha sido, y la otra al nuevo rumbo.

De hecho, la noticia en realidad no sorprende mucho pues hace unos días pedían ayuda a la propia comunidad para poder mantener la versión de 32 bits. Cada vez hay menos máquinas con esta arquitectura y por lo tanto cada vez se vuelve más complicado su soporte.

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