Telegram hasta ahora había mantenido una opinión firme: no compartiría datos de sus usuarios; ni con las autoridades, ni con nadie; los datos simplemente son privados. Pero esto dejará de ser así, pues ha anunciado que, en caso de haber una orden judicial, sí que compartirá los datos solicitados por la autoridades.
No debemos confundir datos con conversación, no obstante. Esto último, todo lo que hablemos, seguirá permaneciendo privado. Lo único que Telegram ha anunciado que compartirá son algunos datos como la IP de una cuenta de usuario o su número de teléfono. Y ya es suficiente. Las conversacioes seguirán estando cifradas, pues la clave no se compartirá en ningún momento; todo esto, según el propio abogado de la compañía, Pável Chíkov.
«No estamos hablando de las comunicaciones, algo que es importante. Hablamos de aportar datos sobre la dirección IP y los teléfonos. Las comunicaciones siguen como estaban, son inviolables. No vamos a revelar ninguna llave ni ninguna comunicación, ni siquiera de manera individual», explica el abogado.
Telegram compartirá tus datos si eres sospechoso, pero no tus conversaciones
«Si Telegram recibe una decisión judicial que confirme que usted es sospechoso de terrorismo, entonces podemos hacer pública su dirección IP y su número de teléfono [se entiende que con las autoridades y no al público general, para quienes estos datos seguirán estando ocultos, claro]. Hasta ahora eso no ha pasado».
Esto, según Chíkov, no es una conseción a las autoridades, sino un punto de encuentro con las autoridades para hallar el equilibrio en la seguridad nacional. Esta nueva política simplemente «facilitará la labor de los órganos de seguridad a la hora identificar al usuario».
¿Quiere decir esto que Telegram ha cedido ante el gobierno ruso? Para nada, pues como explica el propio Pável Dúrov, «En Rusia a Telegram no le exigen el número y el IP de los terroristas por decisión judicial, sino que piden algo totalmente distinto: acceso a las comunicaciones de todos los usuarios». Por esto mismo, duda que el Roskomnadzor (el organismo regulador de medios de comunicación ruso) levante la prohibición a su servicio en Rusia.