Los robots aprenden a chocar los 5 con esta investigadora (y tiene sentido)
Una investigadora está enseñando a los robots a chocar los 5. Parece una broma de El Mundo Today pero tiene más sentido del que crees.
31 diciembre, 2018 19:05Noticias relacionadas
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El ser humano es como es, y no podemos negar que la avanzada tecnología robótica también sirve para cosas no demasiado profesionales. Hemos visto de todo, desde robots para hacer sexo oral hasta otros que pretenden que te enamores de ellos. Pero ¿te imaginas chocar los 5 con un robot? Además de ser genial, tiene un sentido oculto. Correcto, imaginas bien: se está entrenando a un robot para que choque la mano contigo.
Puede parecer una broma pero no lo es. Una investigadora, la doctora Naomi T. Fitter está entrenando a robots en el bello arte del choque de los 5 dedos además de otras artes que usan las palmas bidireccionales. Pero tiene un propósito, y muy acertado.
Chocar esos 5 es la nueva tarea de estos robots
La doctora Fitter está especializada y enfocada en el campo de la robótica conocido como spHRI, es decir, la interacción humano-robot social. Este trabajo es parte de una de sus tesis, y el objetivo es que, al enseñar a los robots a jugar juegos de palmas bidireccionales, podemos generar un sentido de confianza, cooperación y compromiso entre nosotros y nuestros futuros compañeros robóticos, que a su vez podrían ser compañeros de trabajo o asistentes médicos.
En términos coloquiales, este “choca esos 5” que Fitter está enseñando a estos robots consiste en una interacción social, un lenguaje social que usamos a diario los humanos. Cuando hacemos una broma o vemos a un amigo solemos chocar los 5 con ese amigo como muestra de aprecio y de confianza. Lo que pretende Fitter es conseguir esto mismo en los robots, y para ello (como en toda inteligencia artificial) debe realizar estos ejercicios.
En una conversación entre pcmag y la doctora Fitter, esta explica cómo funciona el proceso de aprendizaje de ese “chócala” con el robot conocido como Baxter. En palabras de Fitter: “Para desarrollar los simulacros de los robots humanos, grabamos movimientos humanos de alto nivel utilizando un acelerómetro y un rastreador de movimiento magnético y generamos un modelo del movimiento “high five”. Nuestro Robot de Investigación Baxter de Rethink Robotics usó este modelo para moverse de manera apropiada mientras hacía columpios, y el acelerómetro en la muñeca de Baxter nos dio una indicación confiable de cuándo ocurría el contacto humano-robot con la mano”.
Fitter prosigue: “para los juegos de palmas de manos de robots humanos, primero registramos el movimiento de la mano humana a través de un tablero de ruptura IMU Sparkfun MPU 9150 de nueve ejes. A partir de estas demostraciones, grabamos una biblioteca de movimientos etiquetada de 10 movimientos comunes de palmadas de 10 participantes. Luego, este conjunto de datos se usó para entrenar un clasificador de la Máquina de vectores de soporte (SVM) para identificar automáticamente los movimientos de aplausos a mano de participantes que no habían visto anteriormente. Baxter usó estas etiquetas de movimiento para corresponder movimientos humanos y unirse a personas en juegos de palmas”.
Los resultados de Fitter fueron apasionantes. En el transcurso del experimento Baxter pudo comprender mejor a la gente y estuvo más dispuesta a seguir su ejemplo chocando los 5. Los usuarios se sintieron uniformemente seguros interactuando con el robot y estos expresaron opiniones positivas de Baxter y hablaron de lo divertido que es interactuar con él. En definitiva, el robot logró una interacción social-física viable con los humanos y mostró su capacidad para liderar y aprender de la experiencia humana.
Estos experimentos abren la puerta a una futura interacción natural de los robots con los humanos y que la IA pueda aprender de movimientos naturales humanos que hasta ahora, por limitaciones naturales, estos no comprendían. Toda una hazaña que sigue en transcurso, ya que estos robots ya no están disponibles para Fitter y la doctora está buscando un proyecto propio para realizar experimentos en un programa de experimentación exclusivamente suyo.