En el mercado del gaming hay muchísimo marketing, quizás demasiado. Se ha formado una tendencia algo peligrosa que incita a muchos a pensar que por tener unos periféricos caros vas a tener una mejor habilidad en los videojuegos, cuando no es en absoluto algo cierto. No obstante, incluso con el marketing, hay cosas que sí marcan la diferencia, como los hercios de un monitor: su tasa de refresco.
Si eres uno de esos usuarios que, como yo, nos hemos maravillado por los conocidísimos 144 hercios (o más) pero no sabes cómo configurarlos, te contamos cómo aumentar los hercios del monitor siempre y cuando este esté preparado para ello.
Vamos a notar de verdad esos 144 hercios
Es bastante común el comprar un monitor de alta tasa de refresco (144, 240, etcétera) y pensar que tan sólo conectándolo ya empezaremos a notar esos hercios. Primero, ¿qué son esos hercios de los que el gaming se vanagloria tanto? A efectos prácticos, los hercios o Hz de un monitor (suele llamarse velocidad de refresco) indican la cantidad de imágenes por segundo que puede mostrar, como mucho, un monitor, pantalla, etc. A más Hz, más claridad en escenas en movimiento, ya que pueden ser mostradas muchas más imágenes en 1 segundo. Esto se nota usualmente en una mayor fluidez de movimiento.
Lo primero que debes saber es qué conexión debes usar para tu ordenador. Si tu monitor es de 120 hercios, con un HDMI (el que te viene en la caja) irás bien. De lo contrario, si usas un panel de 144 hercios o más, necesitarás un cable DisplayPort, que es algo diferente al HDMI convencional. Usualmente este cable viene con el monitor, pero en otras ocasiones deberás comprarlo aparte. Revisa tu tarjeta gráfica para comprobar si tiene puertos DisplayPort.
Como es obvio, conectarlo a la parte de atrás de tu PC (dónde está la tarjeta gráfica) no es suficiente. Por defecto, Windows establece la tasa de refresco de la pantalla en 60 hercios, por lo que si quieres establecerla deberás seguir estos pasos:
- Dale a click derecho en cualquier lugar limpio de tu escritorio y pulsa “Configuración de pantalla”.
- En los ajustes de Windows que te saldrán a continuación, baja a abajo del todo y pulsa “Configuración de pantalla avanzada”.
- Luego, dale a “Mostrar las propiedades de adaptador de pantalla”.
- A continuación te saldrá un cuadrado pequeño, con varias pestañas. Pulsa sobre “Monitor”.
- Abajo, en “Frecuencia de actualización de pantalla”, verás todos los hercios a los que puede ir como máximo tu monitor.
Como tal, todos los monitores pueden “overclockearse”, es decir, forzar el aumento de hercios. El problema es que si por ejemplo intentamos aumentar los hercios de nuestro monitor de 60 Hz a la fuerza a, por ejemplo, 120 es muy posible que veamos errores en la imagen o que directamente el monitor no funcione. Por eso es importante informarse a la hora de comprar un monitor gaming para saber cuál es la tasa de refresco ideal para ti y la que buscas.
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