Se ha producido un accidente mortal en Florida, Estados Unidos. Un Tesla se ha visto involucrado y este ha salido ardiendo, provocando por desgracia la muerte del conductor. Los hechos han ocurrido este mismo 25 de febrero, con sucesivas imágenes del resultado de la tragedia.
Este suceso suscita la incógnita de los problemas de seguridad que algunos Tesla sufren, o más bien, los coches eléctricos modernos. Los coches más novedosos suelen tener algunas características que no están pensadas para caso de accidente y que pueden llegar a ser un problema grave, algo que ya contamos en Omicrono.
Un accidente mortal involucra a un Tesla: ¿tienen un problema de seguridad?
Existen imágenes de lo sucedido que se han difundido rápidamente por redes sociales. Si bien el metraje disponible no es especialmente escabroso, os recordamos que estas pueden herir la sensibilidad del espectador y que muestran las consecuencias de un accidente mortal.
Según los medios del lugar como el Miami Herald, el accidente ha tenido lugar por la tarde y el conductor, como decimos, ha fallecido. Los últimos informes del suceso hablan de que posiblemente el vehículo, en el momento del accidente, iba a una velocidad de unos 120 kilómetros por hora.
Hay que aclarar que este suceso no es general; no porque esto haya ocurrido los Tesla son un peligro con ruedas, y eso hemos de tenerlo claro. Pero tanto en las imágenes como en los reportes que se han sucedido podemos ver detalles que dejan entrever que posiblemente los Teslas tengan un problema de seguridad o, en su defecto, no estén totalmente preparados para un accidente de esta envergadura.
El primer detalle lo encontramos en las manijas de las puertas. Los Tesla (y la gran mayoría de coches eléctricos actuales) apuestan por un sistema que las abre automáticamente cuando te acercas, de tal forma que sólo hay que andar hacia el coche para no tener que meter la llave ni desbloquearlo. Obviamente en un accidente este sistema deja de funcionar, y según testigos los intentos de sacar al conductor del coche fueron fútiles al no poder abrir las puertas por culpa de las manijas.
Otro es el tema del petardeo. En el vídeo podemos apreciar cómo se escuchan unos petardeos bastante estridentes que se asocian a las baterías explotando. Ya hablamos en su día de la problemática de los incendios y las baterías de litio que montan los coches eléctricos, y aunque un coche de gasolina todavía es más peligroso por la combustión, un incendio en estos coches es un reto todavía mayor que están afrontando los equipos de emergencia recientemente.
Otras declaraciones dejan entrever que otros factores del coche pudieron dificultar el posible rescate de este conductor. Misty Lea Thomas, una testigo, escribe lo siguiente: “Estábamos ahí. Mi esposo trató de romper la ventana trasera. Los airbag no se desinflaron después del choque y atraparon a la persona adentro. Ni siquiera pudimos ver dentro del coche porque todas estas bolsas de aire lo llenaban. Las puertas no se pudieron abrir “. El coche en cuestión es un Tesla Model S.
De hecho, Tesla ya ha hablado del incidente. Tesla afirma que estas manijas ante un accidente se desbloquean de tal forma que las puertas se pueden abrir. Por otra parte si un accidente las inutiliza y no funcionan, se debe abrir una ventana para que los pasajeros puedan salir. Pero volvemos a lo mismo; los pasajeros pueden resultar heridos y pueden no tener la fuerza o la consciencia para romper la ventana, ya que esta puede quedarse bloqueada ante el accidente. La respuesta oficial de Tesla ha sido esta:
“Estamos profundamente tristes por este accidente y nuestros pensamientos están con todos los afectados por esta tragedia. Nos hemos puesto en contacto con las autoridades locales para ofrecer nuestra cooperación. Entendemos que la velocidad se está investigando como un factor en este choque y sabemos que las colisiones a alta velocidad pueden provocar un incendio en cualquier tipo de automóvil, no solo en vehículos eléctricos “.
Puede no ser un problema de seguridad, sino de novedad
No se ha demostrado con ningún informe que los vehículos eléctricos, ni de Tesla ni de otras marcas, tengan una tasa más alta de incendios o accidentes que los coches clásicos de combustible. No obstante y repasando los hechos, el problema puede no ser de seguridad, sino de novedad.
Los detalles como las ventanillas totalmente eléctricas, las manijas inteligentes y demás inclusiones son muy buenas para el usuario, pero pueden suponer un problema en un accidente al depender tanto de un uso habitual del coche. Estas mejoras no están pensadas para casos así, sino para cualquier persona que no tenga un accidente. Y en casos como estos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Por otra parte está el tema de las baterías, de lo cuál ya hemos hablado. Tanto los coches de combustión como los eléctricos suponen un peligro real por sus respectivas naturalezas en estos accidentes, pero este suceso reabre el debate de qué es necesario en un coche eléctrico, qué es un accesorio y qué impacto en estas situaciones pueden tener estos. Y Tesla, visto lo visto, parece que tendrá que replantearse esta misma pregunta para evitar copar titulares otra vez.
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