Todos estamos de acuerdo en que la guerra es horrible, y no aporta más que desgracias al ser humano. Dos guerras mundiales e incontables conflictos bélicos así lo avalan. Pero parece que no tenemos suficiente, ya que a diario de la mano de las innovaciones tecnológicas más avanzadas surgen nuevas armas terroríficas más por su concepto que por su letalidad. Y ahora el fabricante de armas detrás de la mítica AK-47, Kalashnikov, quiere volver a hacerlo con drones kamikazes.
No es la primera vez que vemos drones de combate de carácter kamikaze (o no). Pero el nuevo KUB-UAV tiene un ingrediente adicional que lo hace más peligroso si cabe: su accesibilidad. Sí, hablamos de drones de uso doméstico usados para armamento. Eficaz, barato y sencillo.
El KUB-UAV es el primero de una serie de drones kamikazes accesibles
Tal y como adelantan Engadget y la misma Kalashnikov en un post de prensa, estos drones tienen como principal característica su componente doméstico. No hablamos de un dron especialmente avanzado, sino a uno mucho más simple y accesible pensado para “armadas pequeñas” con bajo presupuesto. Pero, ¿para qué querría una armada que precisamente va corta de presupuesto estrellar un carísimo aparato? Esa es la clave: el KUB-UAV es un dron deshechable.
Este dron, capaz de volar a una velocidad de unos 130 kilómetros por hora, es capaz de transportar hasta 3 kilos de carga explosiva, suficiente para al menos herir a varios objetivos en un área de impacto moderada. Es capaz de pilotarse con un rango máximo de unos 60 kilómetros, y cuando el dron cae, la carga explota.
La clave de este KUV-UAV es que soluciona el gran percance de esta clase de dispositivos. Los Estados Unidos y otros países han estado probando los drones explosivos a distancia durante mucho tiempo, desde los años 90. El problema es lógico; son difíciles y caros de producir y su potencia destructiva no era la suficiente para que compensara gastar tantos recursos en su fabricación.
¿Por qué? El dron mide 1.210 mm x 950 mm x 165 mm en sus dimensiones y como decimos, es simplemente un artefacto teledirigido que explota, por lo que lo hace casi indetectable para diversos radares antiaéreos. Al no teenr más recvurso armamentístico que su explosión son mucho más baratos de producir lo que permite a la armada que los use a realizar operaciones delicadas como tantear a un objetivo o eliminarlo a mucha distancia.
En este sentido las comparaciones con el AK-47 son totalmente inevitables, ya que la mítica arma de Kalashnikov tiene las mismas prestaciones; efectividad, ligereza, fiabilidad y sobre todo soluciona un “problema” del primer mundo, que es inventar nuevas formas más baratas de crear armamento moderno.
Aún es pronto para presenciar si esta arma será tan revolucionaria como la AK-47 y sinceramente esperamos que nunca se de el caso. El gran miedo que genera este KUV-UAV es su idea, ya que podría arrastrar a otras compañías bélicas a imitar el proyecto y provocar que se democratizase una generación de drones kamikazes de bajo coste. El mundo ya vivió una AK-47, y esperemos que el tiempo no de a luz a una nueva versión.
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