Se ha producido un presunto ataque hacker al Ministerio de Defensa, actualmente liderado por Margarita Robles (PSOE). El Ministerio habla de una “intrusión” en su red interna en la que, afirman, habrían accedido intrusos ajenos al Gobierno.

La red afectada, según el Ministerio, tiene un “propósito general” y se usa “en el día a día”. El incidente ha sido ya trasladado a la Fiscalía, la cuál ya tiene constancia del asunto. No hay muchos más detalles, pero los ciberataques gubernamentales son algo habitual en el mundo hiperconectado en el que vivimos.

El ataque hacker al Ministerio de Defensa ya está investigándose

Según El Español que ha tenido acceso al comunicado emitido por la misma Defensa, el incidente está en sus primeras fases de investigación. De forma conjunta están trabajando en esclarecer los hechos el Mando de Ciberdefensa y el Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CESTIC).

Este ataque coincide con la aprobación el pasado 15 de febrero de la creación del Centro de Operaciones de Ciberseguridad para tener un mayor control de la vigilancia y detección de las ciberamenazas que acechan en los sistemas de información y comunicaciones de la Administración General del Estado (AGE). Asímismo, este centro tendrá la capacidad, obviamente, de responder ante esos ciberataques.

Los gobiernos se enfrentan a ataques muy usuales

Según datos del Centro Criptológico Nacional (CCN), organismo que depende del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), sólo en el año 2018 se registraron aproximadamente 34 000 ciberincidentes de diversas índoles en las entidades del sector público y empresas de interés estratégico. Respecto al año pasado, esta cifra es un 25 por ciento superior. Por lo tanto, los gobiernos son muy conscientes de estos ataques.

Existen varios factores para determinar el por qué de estos ataques. Uno de ellos es, obviamente, la sociedad informatizada en la que vivimos. Por otra parte las instituciones públicas no gozan de una muy buena salud informática, con sistemas operativos obsoletos y equipos informáticos muy poco potentes que no son suficientes para los trabajadores que los usen, estando a merced de cualquier atacante que tenga los conocimientos necesarios. Todo esto sin mencionar la pobre infraestructura que tienen algunos servicios online vitales. Sólo hay que pasarse por algunas de las páginas web gubernamentales para verlo.

Imagen de portada: El Español (EFE)