Cada día tenemos más y más asumido que una empresa se dedica a una cosa. Existen casos como los de Xiaomi que quieren invadir nuestra csa a base de cacharros que en un principio no pensamos que necesitamos hasta que los compramos. ¿Podría pasar eso con una marca como, por ejemplo, Ford? Puede ser, ya que su último concepto soluciona un problema del primer mundo muy común: los niños en los super.
Reconozcámoslo; llevar a los niños al super es casi un deporte de riesgo. Toquetean cosas, brincan, saltan y si encima tienen un carro en las manos recemos porque no quiera emular a Toretto de Fast and Furious. Este carrito con frenado automático pretende solucionar este asunto.
El carrito con frenado automático de Ford: adiós trastadas en el super
Ford ha aprovechado el desarrollo de su tecnología Asistente Precolisión, que activa un freno automático ante la amenaza de colisión ante de que se produzca para crear un carrito que evite esto mismo. Yo al menos en mi tierna juventud quería echar carreras con los carritos del super, por lo que era un peligro sobre ruedas.
El prototipo que vemos en el vídeo y en pantalla está equipado con una cámara y un radar situados en la parte delantera del ‘vehículo’. Una vez que el carrito escanee la zona frontal en busca de objetos y personas y los encuentre se activará el freno de forma automática para evitar el desastre.
Este carrito, desgraciadamente, es sólo un prototipo aunque muy avanzado dadas las imágenes que estamos viendo. Este carrito se encuentra dentro de la serie Ford Interventions, que usa las tecnologías de automoción de la firma para afrontar y resolver problemas cotidianos del día a día.
Y no es para menos, ya que este mismo prototipo cuenta con una serie de fallos entendibles. Para empezar, los sensores están sólo en la parte delantera, por lo que si un niño empieza a ir marcha atrás o impulse el carrito desde la parte de delante los sensores no podrán hacer nada para evitar la colisión. Además, el carrito debería pasar determinados test ya que el saber que estos carritos frenan automáticamente motivaría a los chavales a hacer pruebas y si alguno fallara, habría colisiones “en pos de la ciencia”.
De momento no hay fecha ni datos de si este prototipo llegará a las tiendas de al menos algún país. De todas maneras esta es una prueba fehaciente de que las tecnologías más encajadas en un mundillo como es el automovilístico pueden servir para propósitos totalmente distintos… o al menos para evitar que nuestros hijos jueguen a los coches de choque en la sección de bebidas.
Imagen de portada | Ford
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