Gracias al éxito de la App Store, no podemos decir que nos falten juegos para iOS; pero aún así, seguro que echas en falta alguno de los títulos que puedes disfrutar en tu ordenador. Lamentablemente, jugar en el ordenador normalmente no es tan cómodo como hacerlo en una consola o un móvil.

Steam Link nació para solucionar esto. La plataforma creada por Valve nos permite hacer streaming de nuevos juegos desde el PC, para disfrutarlos en cualquier pantalla. Aunque nació como un dispositivo que conectábamos a nuestro televisor, ha evolucionado hasta convertirse en una app para Android… y ahora también para iOS.

Steam Link para iOS ha vuelto

En realidad, esta es la segunda vez que hablamos de Steam Link para iOS; fue hace ya un año que Apple la expulsó de su App Store, con el pretexto de que Steam es una tienda competidora, algo que Apple prohíbe expresamente en su plataforma. Se ha hablado mucho de si Apple se está pasando con estas decisiones; pero sea como sea, la expulsión ha obligado a Valve a rediseñar su app.

La nueva app de Steam Link para iOS es muy similar a la anterior; aunque con la gran diferencia de que ya no podemos comprar juegos de Steam directamente desde la app. Para eso no tenemos mas remedio que abrir el navegador y entrar en la web de Steam. Es un sacrificio, pero al menos gracias a eso ahora podemos disfrutar de Steam Link en nuestro iPad o iPhone.

Steam Link para iOS funciona de manera similar a la app para Android. Una vez que la iniciamos, escaneará nuestra red en busca de un ordenador con Steam; asegúrate de que tienes activada la retransmisión en tu instalación de Steam, o no funcionará. También podemos asociar un mando, algo muy recomendable para la mayoría de juegos; aunque también puedes usar controles táctiles, que son apropiados en juegos simples o en los que sólo tengamos que hacer click.

La experiencia dependerá mucho de la distancia con el router y de la fortaleza de la señal, pero sobre todo, del tipo de juego. En nuestra experiencia, los juegos de acción sufren un poco por el “lag” o retardo; mientras que otros más tranquilos se pueden disfrutar sin muchos problemas.