Ninguna red social es inmune al problema de las noticias falsas, o "fake news", y la mayoría sirven como vehículo para expandir nociones equivocadas o ataques basados en simples mentiras.
Lejos de ser un problema sólo de Internet, el efecto de las noticias falsas ya se nota en la política, la medicina y la opinión pública. De hecho, ya hay hasta países y grupos políticos que basan sus campañas en la proliferación de informaciones "no del todo ciertas" a través de redes sociales.
La reacción de estas plataformas ante las noticias falsas no ha sido especialmente dura. El temor, como ha explicado Facebook en muchas ocasiones, es que estas redes se conviertan en jueces y puedan decidir qué es lo que ven los usuarios y a quién beneficiar; ante esto, las redes sociales han preferido dejar que los usuarios decidan si creen esas noticias falsas o no.
El plan de Twitter contra las noticias falsas
Una postura que no está dando muchos resultados. Las noticias falsas siguen dominando las conversaciones: son fáciles de crear y de creer. A partir del próximo 5 de marzo, lo pueden tener más difícil, a tenor de la última filtración publicada por la NBC que revela los planes de Twitter para marcar las noticias como falsas.
La filtración proviene de una demostración privada de la nueva tecnología que Twitter supuestamente implantará en las próximas semanas, inspirada en la Wikipedia según los propios ingenieros de Twitter.
Y es que, para evitar la responsabilidad que supone decidir qué es falso y qué es verdadero, la función de Twitter se basará en el trabajo de la comunidad. En otras palabras, serán los propios usuarios los que decidan si una noticia es falsa o no, usando un sistema similar al de la Wikipedia.
Seguro que estás pensando en lo obvio: que se trataría de un sistema fácilmente manipulable: simplemente con crear usuarios falsos, u organizando comunidades de "trols". Por eso, el sistema implementado por Twitter se centraría en recompensar a los usuarios que hagan el mejor trabajo.
Los usuarios podrían ganar puntos e identificadores si contribuyen a proveer contexto a los tuits más polémicos; sin embargo, si intentan impedir el proceso aportando falsedades, perderían puntos. De esta forma, se penalizaría a los usuarios que difieren demasiado de lo que el resto de la comunidad dice.
Cuando la comunidad decida que la información publicada en un tuit es falsa, la interfaz cambiará y mostrará un mensaje en un llamativo color rojo, que se ve fácilmente y ocupa la parte inferior del tuit. En el mensaje se advierte de que el tuit es engañoso, y explica que la comunidad ha decidido que viola los términos.
Los tuits marcados de esta manera tendrán una "visibilidad reducida"; es decir, que el algoritmo de Twitter no los mostrará tan a menudo, ni en nuestro timeline como en la búsqueda. De esta manera, se intenta al menos reducir el impacto de la noticia falsa en la conversación global.
Contrapunto a las mentiras
Entre los ejemplos de la demostración de la nueva funcionalidad se encuentra un mensaje del candidato demócrata a la presidencia de los EEUU, Bernie Sanders, en el que habla de la cantidad de armas de fuego vendidas en el país sin verificación. También se incluye un tuit del representante del partido republicano en el que insinúa juego sucio de la inteligencia estadounidense en el incidente que acabó con el "impeachment" de Donald Trump, además de un tuit en el que se habla de posibles coincidencias entre el coronavirus y el virus del SIDA.
Justo debajo del mensaje de advertencia aparecerán los mensajes de los usuarios que denunciaron el tuit como falso, incluyendo su explicación; por lo tanto, se busca ofrecer un contrapunto que normalmente no se tiene a disposición.
Aún es posible que esta funcionalidad no sea implementada, o que lo que llegue sea algo similar, pero como mínimo seguro que provocará mucha polémica en cuanto tuits de personalidades y dirigentes empiecen a ser marcados como falsos.