Las aplicaciones de contactos han ganado una gran popularidad durante los últimos años, sobre todo entre las generaciones más jóvenes, que acuden de manera habitual a Tinder, Badoo, Grindr y similares para intentar encontrar a su media naranja.
Curiosamente, el confinamiento al que se ha visto sometida la población de España ha acrecentado aún más este fenómeno. Según un estudio de Smartme Analytics, desde que el gobierno español declarara el estado de alarma, el uso de Tinder se ha incrementado en un 94 % entre los menores de 35 años, mientras que Badoo ha crecido un 52 % y Grindr un 24 %.
Parece que el amor puede con todo, sobre todo si se apoya en las herramientas que hay en Internet. Sin embargo, también tiene sus peligros, como la llamada sextorsión, una estafa que podríamos evitar si tomamos algunas precauciones.
Cuidado con la sextorsión
Tanto la Guardia Civil como la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) han alertado que los cibercriminales también están aprovechando la cuarentena para chantajearnos mediante la técnica conocida como sextorsión.
La sextorsión, tal y como su nombre indica, consiste en extorsionar al usuario haciéndole creer que se poseen imágenes o vídeos suyos de carácter pornográfico. Asimismo, se amenaza a la persona en cuestión con publicar dicho contenido en la red si no se les envía una cantidad determinada de dinero.
Según un estudio de Sophos, una reconocida firma de ciberseguridad, los piratas informáticos habrían realizado ataques de sextorsión contra más de 78.000 direcciones de correo electrónico de España durante el último año. Así, nuestro país se situaría en el puesto número 11 del mundo en lo que a sextorsión se refiere, un fraude con el que los cibercriminales han conseguido robar cerca de medio millón de euros a nivel global.
Cómo evitarla
Como explican desde la OSI, en la mayoría de los casos la sextorsión se realiza mediante el envío de mensajes o emails. Como norma general, suele tratarse de un farol, puesto que realmente no cuentan con contenido pornográfico de los usuarios a los que tratan de extorsionar.
En caso de sufrir un ataque de este tipo, hemos de estar tranquilos y, por supuesto, no enviar el dinero de ninguna manera. Del mismo modo, si el correo electrónico incluye algún archivo adjunto, no debemos abrirlo ni descargarlo. Puede resultar un consejo demasiado obvio, pero hay que tener extremo cuidado a la hora de compartir imágenes o vídeos nuestros, puesto que una vez lleguen al destinatario, éste podría darle malos usos.
Como prevención, siempre viene bien desconectar tanto el micrófono como la webcam del ordenador si no vamos a utilizarlos. Otra opción es el uso de pegatinas o pestañas para tapar la webcam de los portátiles, accesorios que apenas cuestan unos euros en Amazon y que podrían evitar que nos graben sin darnos cuenta.
Con los móviles ocurre algo similar, debemos vigilar que solo tengan acceso a nuestra galería de fotos y vídeos aquellas aplicaciones para las que sea imprescindible y lógico su uso. Para dicho cometido, quizás os resulte de utilidad Conan Mobile, la app que recomiendan desde el propio INCIBE.
Teniendo en cuenta que el tráfico de Internet se ha disparado en todos los sentidos debido al confinamiento, debemos tener cuidado con los hackers, ya que están aprovechando el coronavirus para tratar de estafar a un mayor número de personas.