Pavel Durov, fundador de Telegram, ha anunciado hoy que su compañía abandona el desarrollo de la plataforma TON y todos los proyectos relacionados, además de advertir contra posibles desarrollos basados en el mismo nombre o tecnología.
TON fue presentada como el futuro de Telegram, una plataforma basada en la tecnología de blockchain que iba a permitir a la compañía no solo ofrecer su propia moneda virtual, Gram, sino también la base para futuros proyectos, incluyendo un sistema operativo propio.
Hay que recordar que en 2018, cuando TON y Gram fueron presentados, de lo único de lo que se hablaba era de 'blockchain' y 'criptomonedas', y de las posibilidades que podrían abrir a los internautas. Dos años después, no podemos decir que esas promesas se hayan cumplido, y de hecho muchos de los proyectos anunciados entonces han desaparecido gradualmente.
La criptomoneda de Telegram muere antes de nacer
El último es el de Telegram, que hoy ha confirmado que "no procederá" con el desarrollo de TON; y ha dejado muy claro a quién considera culpable: a los EEUU.
De hecho, el anuncio del cierre de TON básicamente consiste en una serie de críticas al sistema judicial y legal de los Estados Unidos, además de a su gran influencia en todo el planeta. En concreto, Durov apunta al momento en el que un juez denegó la posibilidad de distribuir monedas virtuales Gram, no solo dentro de los EEUU, sino también fuera del país.
Aunque esta fue solo una orden preliminar, y que el juez afeó a Telegram que no presentase ningún argumento a su favor, este momento parece que fue el decisivo. Aunque Durov concede que podría continuar el lanzamiento de TON y Gram, considera que no es posible por el control que los EEUU ejercen sobre el resto de países. Pone como ejemplo el control que el gobierno tendría sobre Apple y Google para que borrasen apps de sus tiendas oficiales.
El 96% del resto de la población que vive en otro sitio depende de los que toman las decisiones elegidos por el 4% que vive en los EEUU.
Más que en los posibles problemas en el desarrollo de TON, Durov centra su explicación en que no pueden luchar contra los EEUU, al menos no de momento, y espera que las próximas generaciones puedan cambiar esto.
Ya había sido retrasada otra vez
Sin embargo, esta decisión no deja de llamar la atención teniendo en cuenta que el pasado 30 de abril (un mes después de la decisión del juez estadounidense) Telegram era optimista, y aunque se había visto obligada a retrasar de nuevo el lanzamiento hasta el 2021, no dudaba que se iba a producir.
Por ahora es un misterio qué es lo que ha pasado en estas dos semanas desde que Telegram anunciase la nueva fecha de lanzamiento; o si simplemente Durov cree que no merece la pena continuar la batalla legal.
Tampoco se sabe por ahora qué pasará con la tremenda inversión que recibió la plataforma en su día; recordemos la oferta inicial de Gram tuvo tanto éxito que recaudó 1.700 millones de dólares antes de ser cancelada.