La vida tras el coronavirus está siendo bastante distinta a la que estábamos acostumbrados. Ahora, nos vemos en la obligación de guardar una mayor distancia con las otras personas, además de tener un mayor cuidado con las cosas que tocamos.
Con la misión de ayudarnos en esta nueva normalidad, están surgiendo multitud de tecnologías que tratan de cubrir esas nuevas necesidades. Desde robots camareros hasta la utilización de los códigos QR en restaurantes o bares para mostrar la carta, poder pedir, etcétera.
En este caso, venimos a hablaros de la tecnología eye-tracking, que facilita controlar ascensores y puertas directamente con la mirada, reduciendo así las posibilidades de contagio al no tener que tocar las superficies con las manos.
La vista como mando a distancia
Eduardo Jauregui, cofundador y CEO de Irisbond (compañía española especializada en el eye-tracking), nos cuenta los entresijos de esta tecnología que tan útil puede resultar en esta época post-pandemia.
Este emprendedor vasco nos explica que en Irisbond llevan desarrollando dicha tecnología bastante tiempo, aunque más enfocada a las personas con problemas de movilidad o de habla. El eye-tracking les permite comunicarse, ya que pueden manejar tablets y ordenadores con la mirada, que a su vez traducen en sonido lo que ésta persona quiere decir, como podéis observar en el vídeo que hemos insertado.
Para que eso sea posible, el dispositivo en cuestión (una tablet, por ejemplo) "emite una luz infrarroja que es recogida por una videocámara. Ésta traslada la información a la unidad de control y es capaz de definir dónde está mirando el usuario exactamente, posibilitando así el control sin usar las manos". Se trata de una técnica similar a la que usaba Stephen Hakwing para "hablar" pese a sufrir esclerosis lateral amiotrófica.
Usos en la nueva normalidad
Jauregui insiste en que su prioridad sigue siendo ayudar a las personas con enfermedades que les impidan comunicarse, sin embargo, relata que el eye-tracking también podría ser una alternativa excelente para evitar que se expanda el coronavirus.
En este sentido, Jauregui nos comenta que con dicha tecnología es posible "controlar ascensores, puertas, cajeros automáticos, máquinas de vending, maquinaria industrial" y prácticamente cualquier cosa que pueda ser manejada por ordenador y cuente con pantalla y cámara. Bastaría con que el usuario mirase la pantalla durante un tiempo determinado, hiciese un guiño, etcétera. Eso ya dependería de la configuración escogida por la empresa.
"La idea es convertir la mirada en un tercer brazo". Sin duda, se trata de una opción interesante teniendo en cuenta que así nos evitaríamos tocar el botón del ascensor, el pomo de las puertas y multitud de superficies que pueden llegar a transmitirnos la COVID-19 y que es complicado mantener limpias. ¿Te has parado a pensar alguna vez todas las superficies que tocas hasta llegar a tu puesto de trabajo?
Al preguntarle a Jauregui sobre si hay compañías interesadas en aplicar esta tecnología a sus instalaciones, éste nos asegura que ya están trabajando con algunas y realizando pruebas de concepto. "Creemos que nuestra tecnología podría tener mucho impacto en esta era post COVID-19. Incluso estamos trabajando en poder manejar móviles con la mirada".
No cabe duda de que el eye-tracking es una alternativa excelente para tratar de reducir los contagios al eliminar la necesidad de tocar determinadas superficies. La primera revolución de los dispositivos electrónicos consistió en eliminar los botones para usar pantallas táctiles, ¿será usar la mirada el siguiente paso?