Garmin, el fabricante de wearables y pulseras de actividad, está completamente caída, una falla que no sólo está afectando a los dispositivos, sino también a la app, la web, e incluso al servicio técnico.
A lo largo de esta tarde los primeros usuarios se han quejado de que la app de Garmin no se podía conectar a los servidores, mostrando un mensaje de error; sin embargo, en su momento no parecía nada grave porque el mensaje afirmaba que era una simple operación de mantenimiento.
No es raro que los servidores tengan que ser cerrados momentáneamente para este tipo de operaciones, así que en un principio nadie sospechaba nada; pero han pasado ya unas diez horas, y el problema no solo no se ha solucionado sino que se ha complicado.
Garmin caído, ¿qué está pasando?
Los mensajes de las cuentas oficiales de Garmin cuentan una historia preocupante. Inicialmente, también hablaron de 'mantenimiento', pero poco a poco la posición oficial fue cambiando.
Hace cuatro horas, la cuenta de Garmin Iberia avisó que el servicio estaba experimentando 'incidencias', y advertía que no solo afecta a todos sus servicios, a la app y a la web, sino que el Servicio de Atención al Cliente también está inaccesible, ya que los empleados no pueden recibir llamadas ni e-mails.
Eso es indicador de un problema más grave, y a estas alturas las cuentas oficiles ya no hablan de un problema de mantenimiento. Eso ha sido suficiente para que los rumores se disparen.
¿Posible ataque hacker?
Una de las teorías que está circulando en estas horas es que Garmin habría sido hackeada, posiblemente víctima de un malware; eso explicaría porque toda la red de Garmin se ha visto afectada, y no solo los servicios de cara al público. Un virus de tipo ransomware puede extenderse por todos los ordenadores de una red, dejándolos inutilizables en muy poco tiempo.
Sin embargo, por el momento esto no son más que elucubraciones, y no hay ningún indicador de que los datos de los usuarios estén en peligro; mientras tanto, seguimos esperando que Garmin explique la situación.
Para los usuarios, esta situación es especialmente grave porque deja inutilizadas muchas de las funciones de sus dispositivos. El problema es que nuestro smartphone no es capaz de registrar los ejercicios realizados por su cuenta; es el propio reloj el que se conecta a Internet y sube los datos.
Eso tiene como consecuencia que, incluso aunque el dispositivo Garmin y el smartphone funcionen correctamente, no sea posible subir los datos y llevar la cuenta de nuestro ejercicio diario.