La tecnología nos puede salvar, pero también nos puede condenar, y nadie ha escenificado eso mejor que Garry Kasparov, que ha perdido una partida por no controlar bien su ordenador.
El maestro era una de las grandes atracciones de dos campeonatos organizados de manera virtual, el Champions Showdown y el Saint Louis Rapid & Blitz, este último celebrándose hasta el próximo 19 de septiembre.
La situación de pandemia mundial ha obligado a cancelar torneos, como los de cualquier deporte, pero el ajedrez tiene la ventaja de que está muy bien representado en ordenadores. Existen muchos programas de ajedrez que permiten jugar por Internet, y muchos expertos los usan para entrenar.
Campeonatos de ajedrez virtuales
Además, es gracias a esto que los participantes pueden entrar en más campeonatos sin las limitaciones habituales de los viajes, como ha demostrado el Saint Louis Rapid & Blitz con la participación de algunos de los nombres más importantes del ajedrez actual.
Por ejemplo, es gracias a esto que Garry Kasparov ha podido volver a la escena mundial, enfrentándose a Magnus Carlsen por primera vez en 16 años, desde que el segundo era un adolescente. Las expectativas para la vuelta de Kasparov eran altas, y eso, como admitió el propio Gran Maestro, supuso una presión adicional que no necesitaba a sus 57 años.
Tal vez fue esa presión, o los nervios de enfrentarse a las nuevas estrellas del ajedrez, pero Kasparov cometió un tremendo error en su partida contra el estadounidense Fabiano Caruana que se recordará durante mucho tiempo.
Kasparov contra su ordenador
Kasparov no solo es famoso por ser probablemente el mejor jugador de ajedrez de la historia; en la cultura popular, es más conocido por ser el que se enfrentó a un ordenador, Deep Blue, a finales de los 90. Dos encuentros que terminaron con una victoria y una derrota para Kasparov, dejando en evidencia lo que habían avanzado los ordenadores y la Inteligencia Artificial; desde entonces, las IA han vencido a humanos en el Go y en videojuegos.
23 años después, Kasparov sigue peleándose con ordenadores, aunque esta vez sea con el suyo. El fallo ocurrió en medio de la partida contra Caruana, cuando Kasparov decidió retirar su reina en diagonal; sin embargo, se equivocó al mover el ratón y acabó colocando la pieza en la casilla equivocada.
Eso ya hubiera sido malo de por sí, un error que un jugador como Caruana no iba a dejar pasar. Pero sin querer, Kasparov empeoró las cosas, intentando corregir su error pulsando en la casilla que realmente quería.
El programa interpretó eso como que Kasparov había realizado un "pre-movimiento", es decir, que había decidido su siguiente movimiento antes de que Caruana terminase el suyo. De esta forma, Kasparov había malgastado dos movimientos; recuperarse de eso era imposible, especialmente porque Kasparov perdió la concentración. En la webcam, se le veía claramente enfadado y confuso.
En la entrevista posterior, Kasparov culpó "a la máquina", afirmando que él no había movido mal la pieza; pero al día siguiente ya lo había aceptado y se centró en jugar un "ajedrez sólido" y sin errores y sacando muchas tablas, lo que le valió para terminar en octava posición de diez.