La huella de la Covid-19 en España ha hecho que se prorrogue restricciones tanto al movimiento como el toque de queda o el cierre de la hostelería. Y, aunque ahora parece poco probable, la idea de un confinamiento como el de marzo, pasa aún por la cabeza de muchos.
Una restriccion domiciliaria que no sólo sirvió para conteners al virus, sino que también para que muchas personas empezasen a mantener contacto con sus vecinos, irónicamente, sin salir de casa. Un móvil y unas aplicaciones con las que fue posible acercarse a aquellas personas. Situación clave no sólo para apoyar a comercios locales, sino también para estar al otro lado de quienes se sienten más aislados y solos.
De forma casi espontánea se crearon comunidades virtuales en el barrio, centrándose especialmente en ayudar a quienes más lo necesitaban, como hacer la compra a quienes no podían salir. Nextdoor fue una de las más utilizadas, e impulsó la vida social (virtual) de muchos vecinos.
Apoyo frente a la soledad
La tecnología siempre se ha vinculado con algo que te aísla detrás de una pantalla, pero en realidad es útil para acercar a las personas en momentos como éste. Uno ejemplo claro es el de Consol García, jubilada de 66 años de Barcelona, quien empezó a usar la aplicación Nextdoor para conocer a otras personas de su barrio que también se sentían solas.
García publicó un anuncio en la app, y al poco tiempo le contactaron 60 personas que se encontraban en sus mismas circunstancias. Un grupo formado por mujeres que ya se consideran amigas, que realizan planes juntas y que no dudan en prestar su apoyo en cualquier momento.
"En un confinamiento, este tipo de tecnología ayuda a estar más tranquilos, porque sabes que puedes contar con alguien y puedes hablar con otras personas. Sientes realmente que estás acompañada a pesar de estar sola en casa. De cara a un segundo confinamiento, ahora lo llevaría mejor", indica García.
Juan Antonio Collantes, un vecino de Madrid, también creó el grupo "Covid-19, no estás solo, habla" cuando se decretó el confinamiento tras observar la soledad en los vecinos. El objetivo era lograr que los participantes pudieran desahogarse, y para ello su autor publicaba poemas o palabras de ánimo. "Las aplicaciones ayudan a no estar solo durante un confinamiento, a hablar con otras personas, ya sea mediante WhatsApp o llamadas de teléfono. A veces te abres más con alguien que no conoces que con tu familia", comenta Collantes.
Un grupo que también nació en parte por el personal sanitario, ya que no tenían un sitio donde descargar su frustración sin llevársela a casa. "Me han llamado desde médicos hasta enfermeros y sanitarios llorando mientras me contaban sus situaciones. Este tipo de herramientas son perfectas para que las personas puedan hablar con otras y tener a alguien en quien apoyarse en momentos complicados", concluye el usuario de Nextdoor.
Otro de los casos más destacados es el de Vicky Morillo, trabajadora en un Centro de Salud y una de las personas que comenzó a seguir el grupo de Collantes debido a la situación que estaba viviendo en el centro. Un grupo que le ayudó a desahogarse, reír y a contar con apoyo en un momento "negro y oscuro". Tras lo aprendido en la primera ola, esta vecina explica a OMICRONO que "la tecnología y las aplicaciones pueden tener un papel muy útil, ya que ayudan a llevar mejor la situación. Pueden ofrecer mucho apoyo frente a la soledad".
La idea de las aplicaciones de este tipo va más allá de ofrecer ayuda para hacer la compra o sacar a pasear al perro durante el confinamiento. También son herramientas para crear comunidades y fomentar el contacto entre vecinos, incluso ofreciendo apoyo emocional o psicológico a aquellas personas que lo necesitan y lo están pasando mal. Un apoyo que puede ser de gran importancia ante un posible segundo confinamiento.
Crear comunidad
"Creamos una app para ayudar a estar más informado durante el confinamiento, involucrarse en los problemas locales y facilitar la ayuda vecinal para hacerla más accesible. Queríamos usar la tecnología para mejorar la interacción y acercar a las personas que están a tu alrededor, para conocer lo que sucede, colaborar y tener un papel activo", explica a OMICRONO Joana Caminal, responsable de la comunidad de Nextdoor en España.
Ante una situación singular como una pandemia, la aplicación tuvo que reinventarse. Lo primordial fue ofrecer información oficial y contrastada sobre la Covid-19, a la vez que se combatían las fake news impulsando y dando visibilidad a la información proporcionada por gobiernos e instituciones. "De cara un segundo confinamiento, ya sabemos qué páginas mirar, los síntomas del virus, etc. Por ello, en la pandemia nos centramos en facilitar la ayuda vecinal y hacerla más accesible a través de una app", comenta la responsable de la comunidad de la app.
En el confinamiento de marzo se creó un mapa solidario donde cada miembro de la red se podía inscribir y solicitar ayuda, además de ofrecer apoyo a las personas que viven en su barrio. Tal fue la aceptación por parte de los usuarios que la aplicación también lanzó 'tu barrio desde casa' para mejorar la interacción con el comercio local, como conseguir clientes o formar parte de actividades que se realizaban de manera virtual.
Un hipotético nuevo confinamiento puede incrementar la sensación de soledad en muchas personas, por lo que " también es interesante buscar otras formas para hacer más accesible este tipo de ayudas, contando con expertos en el tema. De algún modo, hay que lograr que la tecnología nos acerque y nos haga más humanos en tiempos como una pandemia".
En ese sentido, los 'grupos' desempeñan un papel importante, ya que unen a personas a iniciativas cerca de sus casas, como salir a hacer deporte con otros. Unos grupos que nacieron con la idea de conectar a personas con intereses similares y que tras la pandemia se utilizaron para ayudar, tanto con necesidades de primer nivel como en la búsqueda de trabajo.