Logo de WhatsApp. Manuel Fernández Omicrono

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Los trucos de WhatsApp para que no entren en tu cuenta

Con esta serie de trucos de WhatsApp podrás evitar que se cuelen en tu cuenta de la app y podrás proteger tu identidad y perfil evitando exponerlo en la red.

6 diciembre, 2020 02:52

Manuel Fernández

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WhatsApp tiene algunas opciones internas que pueden blindarnos ante la posibilidad de una brecha de seguridad. Sin embargo, la mejor barrera que tenemos somos nosotros mismos, con lo que lo ideal es poner en práctica una serie de medidas específicas como usuarios para protegernos. Máxime recordando que España es uno de los países favoritos de la ciberdelincuencia.

De hecho, tal y como hemos visto en numerosas ocasiones en OMICRONO los ciberdelincuentes se valen de increíbles técnicas sociales y cibernéticas para hacerse con los datos de sus víctimas e incluso acceder a diferentes aplicaciones, como es WhatsApp. Especialmente atractiva por su popularidad en el país, es raro el español que no la tiene en su teléfono.

Es por ello esencial apuntar bien la siguiente recopilación donde se pueden aprender algunos trucos de WhatsApp que nos servirán no solo para proteger nuestra cuenta, sino protegernos a nosotros mismos, ya que muchos de estos consejos podemos aplicarlos a otros aspectos de la vida diaria cibernética.

Verificación en 2 pasos

Verificación en 2 pasos. Manuel Fernández Omicronp

Lo hemos dicho innumerables veces, pero no nos cansaremos de repetirlo: activa la verificación en 2 pasos. Esta medida de seguridad integrada dentro de WhatsApp impedirá que nadie más que tú puedas acceder a tu cuenta de WhatsApp, ya que bloquea el código que recibimos cuando activamos WhatsApp en otro dispositivo con otro código adicional.

Así, siempre que actives tu número de teléfono en WhatsApp se te pedirá un código PIN que únicamente tú conocerás. Este código jamás hemos de darlo, ya que de hacerlo el atacante podría quedarse con nuestra cuenta en un santiamén.

No compartir información

Cuando activamos WhatsApp en un teléfono, siempre se nos pide un código de verificación. Existen múltiples estafas y métodos que intentan disuadir a las víctimas para que estas les entreguen sus códigos de verificación y así hacerse con sus cuentas.

Nunca le des a nadie tu código de verificación, ni aunque te lo pida un contacto conocido. De hecho, si un contacto conocido te pide un SMS de verificación porque lo ha enviado por error, bloquéalo e intenta contactar con el propietario del número original, ya que seguramente haya sido usurpado.

Y es que además de que es muy difícil poner mal un número entero para activar una cuenta de WhatsApp, si nos equivocamos siempre podemos pedir otro código en el mismo proceso de verificación tan solo pulsando un botón, por lo que no es necesario pedírselo a nadie.

Logo de WhatsApp con un smartphone. Charles Deluvio en Unsplash Omicrono

No sólo es peligroso compartir el código, sino que hay ciberdelincuentes que lo consiguen a través de una llamada de teléfono. Algunos hackers intentan mediante técnicas de ingeniería social convencer a sus presas de que instalen aplicaciones o den información personal. Nunca hagas eso.

Si recibes una llamada de un usuario desconocido en WhatsApp, es preferible no cogerla en primera instancia hasta verificar por completo que la persona que nos llama es de fiar.

Analiza quien te contacta

Personas usando un smartphone Manuel Fernández Omicrono

Si una persona ha usurpado la identidad de un conocido o amigo nuestro o en su defecto una empresa falsa quiere contactarnos vía WhatsApp Business, tendremos que averiguarlo. En el caso de la empresa, nunca te fíes de una compañía que te hable o llame con tono informal; debes evitarlos.

Si por el contrario nos habla un contacto que conocemos, debemos ser más cautos todavía. Analiza qué te está pidiendo y si sus intenciones no nos cuadran o ves que pide demasiados datos de ti, bloquea el contacto de inmediato e intenta contactar con la persona propietaria del teléfono. También ayuda comprobar si los mensajes que te envían están gramaticalmente bien escritos, indicativo de que los mensajes que nos mandan están escritos por personas.

Cuidado con el buzón

Este método de hackeo es un poco rebuscado, pero funciona. Cuando queremos registrar un número en WhatsApp, podemos pedir que nos manden un mensaje de verificación. Si así lo queremos, podemos elegir que nos llamen. Un número de otro país nos llamará para decirnos el código poco a poco con una voz robótica.

Si no hemos respondido a esa llamada, es probable que el PIN de verificación se quede guardado en nuestro buzón de voz. Si tenemos habilitado el acceso remoto a nuestro buzón de voz y si dejamos el PIN del buzón por defecto, entonces un atacante astuto puede coger ese PIN del buzón y usarlo llamando al número del buzón de voz, introduciendo nuestro PIN y accediendo al mensaje.

Por ende, es importante que si recibimos una llamada de esta índole la colguemos directamente o por otra parte establecer medidas de seguridad en nuestro buzón de voz.

Tu nombre siempre se comparte

Logo de WhatsApp. Manuel Fernández Omicrono

En las opciones de privacidad de WhatsApp tenemos la opción de evitar que nuestros contactos o personas desconocidas vean algunos datos relevantes de nosotros, como nuestra última conexión, si hemos leído un mensaje recibido, etcétera. Pero hay un dato que no podemos ocultar: nuestro nombre en WhatsApp.

Nuestro nombre en WhatsApp siempre será visible, y siempre se comparte. Cuando alguien nos abre conversación y contestamos, para averiguar nuestro nombre tan solo tiene que borrar el contacto y acceder a la página de perfil de nuestra conversación. Si un atacante quiere saber nuestro número, simplemente tendrá que abrirnos conversación y esperar que le contestemos. Si está en el mismo grupo que nosotros, también podrá ver nuestro nombre.

Hay dos soluciones al respecto. La primera es no poner nuestro nombre real en WhatsApp, lo que evitará que seamos más detectables. Y la segunda es verificar quién nos abre conversación, y si es un desconocido borrar la conversación inmediatamente, sin contestar.