Slack ya es todo un imprescindible en muchas empresas y organizaciones, y su importancia en España ha crecido al mismo tiempo que el teletrabajo por las circunstancias actuales.
Aunque Slack puede ayudarnos a contactar con nuestros compañeros de trabajo, cumplir objetivos y completar proyectos, también puede ser una molestia para mucha gente; es fácil perder el tiempo si no tenemos cuidado, especialmente si tenemos muchos chats abiertos.
Además, Slack lleva unos meses algo difíciles, después de un error que podría haber filtrado contraseñas de Slack, y de haber sido vendida a Salesforce, lo que ha hecho que mucha gente busque alternativas a Slack.
Polémica novedad en Slack
Por eso, cuando esta semana Slack anunció a bombo y platillo su nueva funcionalidad, que permite enviar mensajes directos a cualquiera sólo con conocer su dirección de correo, las expectativas eran altas.
Slack Connect DMs es una nueva funcionalidad que, en palabras de la compañía, permite enviar mensajes entre compañías de manera segura; la idea es que si necesitamos contactar con alguien de fuera, no tengamos que cambiar de pestaña y abrir nuestro cliente de correo electrónico, lo podremos hacer directamente en Slack.
La otra persona recibirá nuestro mensaje, con un enlace que iniciará una conversación automáticamente, aunque sólo si nuestra organización permite este tipo de contactos. Sobre el papel, eso parece una buena idea; nos permite ahorrar tiempo y realizar todas nuestras interacciones directamente en Slack. Es parecido a una red social en la que podemos enviar mensajes directos.
En la práctica, es evidente que Slack no ha tenido en cuenta todas las posibilidades y el posible mal uso de esta herramienta.
Acoso a través de Slack
Apenas poco después del lanzamiento de la nueva función, en redes como Twitter aparecieron métodos para abusar de este sistema para contactar y acosar a personas, sin que estas puedan hacer nada para evitarlo.
Con la nueva función, es posible enviar mensajes a cualquier persona, sólo con conocer su dirección de correo electrónico; entonces, Slack no sólo avisará a esa persona, sino que le enviará un correo advirtiéndole de la invitación, con el texto completo del mensaje que hayamos escrito.
¿Qué diferencia hay con enviar un correo directamente entonces? Que en este caso, es Slack la que envía el correo, así que la víctima no puede simplemente bloquear esa dirección de correo, ya que la hacerlo dejaría de recibir mensajes importantes de su trabajo.
En otras palabras, la víctima no tendría más remedio que seguir soportando el acoso, con correos apareciendo en su bandeja de entrada con mensajes abusivos sin que pudiese bloquearlos. Tampoco hay límite en las invitaciones, así que el acosador puede seguir enviando todos los mensajes que quiera, con la seguridad de que la víctima los va a ver.
También se ha descubierto que esta funcionalidad permite saber a qué grupos pertenece una persona, ya que aparecen automáticamente cuando ponemos una dirección de correo.
Al menos, Slack no ha tardado mucho en leer estas quejas, y apenas unas horas después del lanzamiento, la compañía anunció la eliminación inmediata de esta funcionalidad; en concreto, ya no es posible enviar mensajes, aunque sigue siendo posible invitar a personas que no conocemos.
Slack ha confesado que ha "cometido un error" en este lanzamiento, y que no ha sido consistente con sus "metas para este producto y la experiencia de Slack Connect". Por eso, afirma que dará más pasos para arreglar esta funcionalidad.
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