Normalmente, cuando hablamos con asistentes virtuales como Alexa, Siri o el Asistente de Google en España, no les ponemos cara. Es una relación exclusivamente por voz, y es difícil pensar en un futuro en el que tengamos que hablarle a una máquina que tenga una cara humana. Nvidia se anticipa al futuro y por ello ha presentado una herramienta para construir avatares 3D de humanos hiperrealistas.
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Avatar Cloud Engines es una herramienta para diseñar modelos en 3D de humanos 'vivos' para darle una voz y una cara a las máquinas con las que interactuamos. Según especifica la misma Nvidia, la idea es conseguir que estos avatares representen a las máquinas (asistentes, por ejemplo) con las que hablamos y así mejorar la interacción.
Estos avatares se basan en las técnicas de gráficos tridimensionales y tecnologías de inteligencia artificial de Nvidia. Nvidia es ambiciosa en sus planes, ya que lo que pretende con estos avatares es provocar que los humanos que interactúen con estos no sepan si están hablando con un humano o no.
Avatares hiperrealistas
Así lo ha mostrado Jensen Huang, CEO de Nvidia en la conferencia de gráficos por ordenador Siggraph en Vancouver. Según ha afirmado Rev Lebaredian, vicepresidente de tecnología de simulación de Nvidia, estos robots son "necesarios para nosotros a medida que creamos mundos virtuales que se vuelven indistinguibles del real". Exacto: habla del metaverso.
Los avatares disfrutan de la tecnología de IA Audio2Face, que hace coincidir las expresiones del avatar con las palabras que dice y así evitar problemas en el habla. La herramienta Audio2Emotion trabaja en conjunto con la primera tecnología para cambiar la expresión facial según la evaluación de los sentimientos en las palabras.
Estos avatares están construidos sobre un marco 3D que no solo incluye su cara, sino músculos humanos y esqueleto. El desarrollo de Nvidia permite que un usuario arrastre una foto al modelo del avatar para crear un modelo 3D en base a esa persona. Se ofrecen controles incluso para implementar pequeñísimos detalles como mechones de pelo y la capacidad de cortar y peinar el cabello del avatar.
La propuesta de Nvidia se sale de lo que se conoce normalmente como una cara animada. Y es que avatares virtuales ya hay, y muchos. Meta los está desarrollando activamente e implementando en redes sociales como Instagram o WhatsApp. El enfoque de Nvidia es poder desarrollar robots completos que sean capaz de hablar de forma natural y que interaccionen con el entorno, con sus propios conocimientos y actúen, en definitiva, como humanos.
Lo que busca Nvidia, además, es acabar con los mayores problemas asociados a estos avatares, como el efecto "valle inquietante" ya mencionado prácticamente como meme en muchas ocasiones. Este efecto se provoca cuando avatares o representaciones digitales generan una sensación de irrealidad inquietante en el usuario debido a su artificialidad y a lo acostumbrado que está el cerebro a distinguir simulaciones de la realidad fácilmente.
¿El metaverso?
Estos avatares pueden tener múltiples aplicaciones. Una de las más obvias es la de usarlos en videollamadas, permitiendo que los usuarios puedan usar avatares en 3D hiperrealistas de los usuarios. Algo que ya se ha explorado en el metaverso de Meta, la antigua Facebook y que menciona directamente Huang en la conferencia.
Huang califica el metaverso como "la próxima evolución de Internet", o lo que es lo mismo según él, "Internet en 3D, una red de mundos virtuales persistentes y conectados. El metaverso extenderá las páginas web 2D a espacios y mundos 3D". Es en este aspecto donde entran estos avatares hiperrealistas.
Y es que estos avatares romperían con la idea de las representaciones digitales cartoon que se han barajado en las pocas demostraciones de metaverso existentes hasta la fecha. Estos avatares podrían aumentar considerablemente la inmersión del usuario en el metaverso, ya que se buscaría que la interacción fuera prácticamente equivalente con la de un humano. De ahí que Lebaredian hablase de la prueba de Turing, el no distinguir a un avatar 3D de un humano.