Rusia sigue construyendo su muro digital y obliga a todas sus Administraciones públicas a despedirse de Windows para abrazar Linux en una maniobra que también han adoptado otros países como China. Esta medida tendría como fin protegerse de un posible ataque o espionaje de Estados Unidos y por extensión, del resto de países de la OTAN como España.
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El Ministerio de Desarrollo Digital ha aplicado nuevos cambios en las normas que deben cumplir los sistemas informáticos que usan las diferentes administraciones rusas. Todos deberán dejar Windows y empezar a usar Linux como sistema operativo. Esto ya se aplicó hace años en los sistemas militares, tanto en Rusia como en China y Corea del Sur.
Un cambio supone una ardua tarea, pues la mayoría de los desarrolladores que proveen de sistemas a las administraciones rusas utilizan Windows actualmente. Además, el país ha perdido a muchos profesionales del sector que se fueron al principio del conflicto a los países vecinos.
Sin Windows
Rusia lleva tiempo planteando este cambio en diferentes niveles. En 2018 anunció los primeros planes para que el Ministerio de Defensa Ruso transfiriera los sistemas informáticos de Windows a Astra Linux. Ahora ese salto deberán aplicarlo todas las empresas que quieran seguir suministrando su software a las Administraciones públicas.
"Para recibir preferencias en las compras públicas y beneficios fiscales, los modelos adaptarán nuevas sus soluciones a los sistemas operativos Linux", indica el medio ruso Kommersant. La mayoría de estos desarrolladores acreditados se basan en Windows.
El fin es liberar los servidores de software desarrollado en el extranjero, en concreto, en Estados Unidos de donde procede la empresa Microsoft. El Kremlin, así como China, temen que el gobierno de EEUU utilice estas herramientas informáticas para lanzarles un ciberataque o espiar sus ordenadores a través de Windows que es un sistema de código cerrado creado por completo por Microsoft
Por su parte, Linux es un sistema de código abierto, lo que significa que todo su código fuente puede ser utilizado, modificado y redistribuido libremente por cualquier persona, empresa o institución. Este software se ejecuta en muchos de los superordenadores más rápidos del planeta. Lo que significa que no protege del todo a Rusia de ciberataques, solo de que estos lleguen a través del código de Microsoft.
Por el contrario, Microsoft ha acusado en otras ocasiones a grupos de hackers rusos de atacar a sistemas gubernamentales ucranianos. En un informe de abril, la empresa estadounidense registró hasta 200 ciberataques contra el país de Zelenski como método de apoyo para las operaciones militares rusas en el territorio ocupado.
Desconexión digital
Aunque está iniciativa se inició en Rusia antes de que empezara la guerra con Ucrania, el comienzo del conflicto ha provocado un fuerte cambio digital dentro del país. En parte por el deseo del Kremlin de desconectarse de sistemas y redes que le suman a países en los que no confían, pero también por la salida del país de muchas empresas como Microsoft o Google.
El mismo medio Kommersant informaba en junio de cómo los ciudadanos rusos buscaban software pirata de Microsoft después de que el gigante estadounidense detuviera las ventas en el país. En estos últimos meses también muchos desarrolladores han dado el salto a Linux adelantándose a este último comunicado del gobierno.
El uso de Linux no supone una desconexión del mundo cuando este software se utiliza en el resto del globo, pero sí es un ladrillo más en ese muro de contención que Rusia quiere construir usando la bandera de la ciberseguridad. Putin aún no ha cumplido su promesa de desconectarse de la red global, salvo contadas pruebas, una situación en la que los expertos consideran que los verdaderos afectados serían los civiles rusos.