A la convulsa situación internacional se junta el descontrol de contenido en Twitter provocado por los cambios y la reducción de personal llevados a cabo por su nuevo jefe, el multimillonario Elon Musk. Las protestas en China contra las fuertes restricciones para mantener a cero el Covid, muy diferentes a las aplicadas en España, han quedado apagadas en la red social por propaganda de contenido sexual que se ha descontrolado.
Buscar en Twitter el domingo 27 de noviembre las ciudades chinas en las que se estaban celebrando las principales protestas contra el gobierno de Xi Jinping no daba el resultado deseado. La mayoría de mensajes e información difundida sobre las movilizaciones quedaba oculta tras una riada de mensajes con anuncios de pornografía en esas ciudades.
Explica The Washington Post que esta ha sido la estrategia para reducir el flujo de noticias sobre las protestas. El contenido de carácter sexual se mantenía en la red social durante horas, hasta que el equipo de Twitter conseguía limpiar la plataforma de estos bots. Con la reducción de personal del último mes, la red social ha tenido dificultades para detectar contenido ilegal como películas enteras con derechos de autor o vídeos de atentados.
Spam contra protestas
La estrategia para silenciar las protestas en las redes sociales con contenido para adultos ha sido registrada por investigadores de la Universidad de Stanford. Fuentes internas de la compañía afirmaban de forma anónima a los investigadores que estaban al tanto del problema y trabajaban para controlarlo.
A primera hora del domingo y ante el crecimiento de las protestas por distintas ciudades de China, se activaban cuentas chinas que llevaban meses o años inactivas para publicar mensajes spam en la red social. El contenido publicado mostraba anuncios de servicios de acompañantes y otros temas para adultos en las ciudades donde se estaba manifestando la población.
De esta forma, al buscar información sobre esos lugares, los detalles y mensajes sobre las manifestaciones se entremezclaban con contenido inútil. Un contratista del gobierno de EEUU, experto en China, aseguraba a The Washington Post que el 50% era pornografía y el otro 50% protestas. Haciendo scroll para ver mensajes más antiguos todo se convertía en pornografía, afirma esta fuente.
Esta técnica no es nueva, se ha usado en otras ocasiones para desacreditar a otros usuarios o a un grupo en particular relacionando sus nombres con este tipo de contenidos de carácter sexual. A última hora del domingo, los mensajes sexuales habían desaparecido y ya se podía encontrar de forma directa todo lo relacionado con las protestas.
Problemas de control
Twitter responde y controla el contenido inadecuado en la red social, aunque está tardando en reaccionar más de lo habitual en este último mes. The Guardian señala este mismo fin de semana que el gobierno de Nueva Zelanda ha tenido que alertar a la compañía estadounidense por unos vídeos difundidos con imágenes de un atentado terrorista de 2019 en el que murieron más de 50 musulmanes en la mezquita de Christchurch.
Twitter eliminó las imágenes, pero no fue capaz de detectarlas con rapidez. Algo similar ocurría la semana pasada cuando se publicaban películas enteras en la plataforma infringiendo la ley de derechos de autor y los sistemas no eran capaces de reconocerlos y bloquearlos de forma automática.
Estos fallos se están relacionando con la pérdida de plantilla; miles de empleados de Twitter han sido despedidos o se han marchado de la empresa tras la llegada de Elon Musk como nuevo CEO. Esto supone tener menos personal disponible para controlar o solucionar fallos en el sistema.
También se está cuestionando un posible cambio en la política de la compañía sobre el tratamiento de la desinformación y el extremismo. Aunque no ha habido ninguna declaración al respecto por parte de Musk ni de la empresa, en los últimos días el magnate ha aplicado amnistía para todas aquellas cuentas que han sido suspendidas, aunque solo si no han infringiendo la ley o realizado spam. De momento ya se han restaurado cuentas como la de Donald Trump o Kanye West.