Cuando hablamos de sistemas operativos en España, nos encontramos con el dúo dinámico que domina todo el panorama actual: macOS y Windows. Si bien Apple suele renovar año a año su sistema ofreciendo nuevas versiones, las de Windows son mucho más espaciadas en el tiempo, y por supuesto, esto hace que los usuarios convivan con ellas mucho más tiempo. Hoy, oficialmente mueren dos de las versiones más recordadas de Windows.
Exacto, hablamos de Windows 7 y Windows 8, versiones de 2009 y 2012 respectivamente. Ambos sistemas operativos dejaron de tener soporte oficial hace ya bastante tiempo (7 lo hizo en 2020, y 8 en 2016), pero hasta el momento, podían seguir recibiendo actualizaciones de seguridad así como soporte técnico extra. Desde hoy, 10 de enero, ambos sistemas dejan de tener acceso a estas ventajas.
Esto hace que en la práctica, usar estos sistemas no sea en absoluto algo seguro, incluso un riesgo. Y es que de esta forma, todos los usuarios que hacen uso a día de hoy de Windows 7 y 8 (así como Windows 8.1) no recibirán parches para solucionar vulnerabilidades, dejándolos a merced de los ciberdelincuentes que las exploten.
Adiós al soporte
Según recoge BleepingComputer, el trío de sistemas operativos conformados por Windows 7, 8 y 8.1 no recibirán ese soporte de actualizaciones críticas de pago opcionales. Hasta la fecha, si el usuario quería, podía pagar por tres años extra de parches de seguridad extendidos para mantener ciertamente seguro estos sistemas en caso de descubrirse vulnerabilidades que pusieran en riesgo al usuario.
En cifras de GlobalStats, actualmente estos sistemas operativos acumulan 100 millones de dispositivos, siendo la mayoría ocupados por Windows 7. Y es que Windows 8 y 8.1 confirman el rotundo fracaso que fueron, conformando un pírrico 2,6% de cuota de mercado.
Hay que aclarar que estos sistemas, objetivamente, ya estaban muertos y en desuso. Windows 8 y 8.1 dejaron de tener soporte oficial en enero de 2016, y Microsoft se resistió a matar definitivamente Windows 7 hasta enero de 2020 debido al nicho de usuarios que aún seguían aferrados a él. Pero de nuevo, existía la posibilidad de pagar por ese escudo de tres años de seguridad que hoy, en 2023, expira definitivamente.
Por ende, si ya era casi imperativo pasar a Windows 10 o incluso a 11 (pese a sus restrictivos requisitos mínimos), ahora es terminantemente obligatorio. Y es que si se descubre un problema grave en estos sistemas, Microsoft simplemente no lo arreglará. Esto hará, además, que algunos hackers busquen todavía más vulnerabilidades en Windows 7 y 8 para atacar a los pocos equipos que quedan que usen estos sistemas.
Y adiós a los navegadores
Si por otro lado estás pensando en quedarte en Windows 7 u 8 por los motivos que sean y te da igual toda esta situación, tenemos otro motivo para ti incluso más importante. Y es que no solo dejará de haber soporte por parte de Microsoft, sino por parte de los principales navegadores actuales del mercado, que también dejarán de ofrecer soporte para estos sistemas.
Microsoft Edge 109 ya no será compatible con estos sistemas operativos, y Chrome en su versión 110 que llegará en febrero dejará atrás a 7, 8 y 8.1. Otras aplicaciones y servicios que se unirán a ellos serán Microsoft Office 365, que seguirá funcionando hasta su versión 2002. No será siquiera posible instalar las últimas versiones dentro del sistema sin realizar modificaciones no oficiales.
Por si esto no fuera poco, además el sistema WebView2 Runtinme, encargado de que los desarrolladores puedan incluir contenidos web en sus apps, también dejará de ofrecer soporte en el trío de sistemas operativos. Lógicamente, el sistema seguirá siendo usable, pero los usuarios se quedarán, si cabe, mucho más expuestos a ataques cibernéticos que no tendrán solución.
Instalar Windows 10 u 11
De esta forma, es prácticamente obligatorio instalar Windows 10 u 11 en tu ordenador para poder seguir usándolo sin riesgo. Si hablamos del mismo equipo en el que estás usando 7, 8 u 8.1, en ese caso tendrás que instalar Windows 10, ya que la complicada lista de requisitos mínimos de Windows 11 seguramente sea un escollo para ti.
En el caso de 10, tan solo tendremos que hacer una copia de seguridad de nuestro PC e instalar Windows 10 de dos formas. Ambas se pueden realizar descargando la herramienta de actualización de Windows 10 que Microsoft ofrece. Te permitirá o bien descargar e instalar Windows 10 en tu PC desde el propio asistente o crear un USB que podrás usar para instalar Windows en tu ordenador o en otro.
No tiene misterio; descargas el software, lo ejecutas y sigues los pasos en pantalla. En caso de que quieras realizar la actualización de tu PC, simplemente espera a que se descargue e instale el sistema. Descargar Windows en un USB para instalarlo en otro ordenador requiere un proceso algo más complejo, por lo que te recomendamos contactar con Microsoft para recibir ayuda o que te ayude una persona con conocimientos técnicos adecuados. Aunque con el método del asistente debería bastar.
En cuanto a Windows 11, el procedimiento es básicamente el mismo, con el detalle de que los requisitos mínimos puede que no permitan la instalación si tu equipo es muy antiguo. Necesitarás que tu dispositivo tenga un procesador de al menos 1 GHz, con dos o más núcleos y que preferentemente aparezca en esta lista. También necesitarás 4 GB de memoria RAM y 64 de almacenamiento como mínimo.
Pero la parte clave es que necesitarás que el dispositivo cuente con el módulo TPM 2.0 de seguridad, además de contar con una interfaz UEFI, una versión modernizada de la BIOS del PC, requiriendo además que sea compatible con el inicio seguro. Por último, la pantalla debe ser de al menos 9 pulgadas y de resolución 720p, que vaya acompañada de una tarjeta gráfica compatible con DirectX 12.
Si tu ordenador es muy antiguo, es más que probable que no puedas instalar Windows 11 en tu ordenador. En dicho caso, la mejor opción es ir a Windows 10, que tiene unos requisitos mucho más permisivos. De nuevo, es imperativo que hagas una copia de seguridad de tus datos. EL ESPAÑOL - Omicrono no se responsabiliza de los daños que puedas causar a tu equipo realizando la actualización. En todo caso, existe un método para que puedas instalar Windows 11 en tu ordenador sin cumplir estos requisitos.