La diabetes es una enfermedad crónica muy presente en España con más de 5,1 millones personas que la padecen, según la Federación Internacional de Diabetes (FID). Sin embargo, es un número que va creciendo ante la ignorancia de quiénes podrían tenerla y no lo saben, así como por el gran aumento entre los más jóvenes. Lo cierto es que aunque se trata de una enfermedad que condiciona la vida diaria, la receta para mantenerla a raya es conocida: un estricto seguimiento, buenos hábitos alimenticios y ejercicio físico. Y es precisamente aquí donde entra Cori, una aplicación creada por Asier G. Morato y Patricia Bedoya, dos jóvenes vascos de 29 y 28 años que han desarrollado un entrenador personal para la diabetes impulsado por la inteligencia artificial.
Cori no es una aplicación más con la que registrar el día a día sino que es profundamente avanzada. Su ambición es que el diabético pueda llevar un absoluto control de la enfermedad, comprender cómo reacciona a su cuerpo y cómo puede ir trabajando para tenerla bajo control.
Para hacerlo maneja una gran cantidad de datos —respetando al máximo la privacidad—, es compatible con las aplicaciones y wearables más usados como el Apple Watch, así como con los principales glucómetros que se pueden encontrar en el mercado. Sin embargo, el elemento diferenciador de Cori es su extrema facilidad de uso. Cuenta con un diseño amable, claro y sencillo con la que poder hacer un seguimiento con sólo un vistazo.
"Lo que veíamos al desarrollar Cori es que muchas aplicaciones de salud eran súper complejas. Pensadas para médicos. Si no tenías esos conocimientos era muy complicado de entender los resultados o el rendimiento que te podía ir marcando la app. Aquí, aunque muestres el dato —que lo tienes que mostrar—, sabes rápidamente si vas bien, mal o regular", explican Morato y Bedoya en conversación con EL ESPAÑOL - Omicrono.
Esta sencillez, de hacer llegar los datos más complicados a todos los usuarios le han hecho ser reconocida por la Fundación Pfizer así como por la propia Apple, donde participan en el programa App Store Foundations después de haber pasado también por el Apple Entrepreneur Camp. Una formación de la mano de la compañía de Cupertino que permite a su estudio Chubby Apps de Vitoria-Gasteiz obtener una proyección al mundo.
Nacimiento en pleno Covid
Cori, que actualmente tiene la ambición de hacer lo más accesible el control de la diabetes a todos los usuarios, nació como un proyecto personal. Tan personal como que su desarrollo se inició para el propio Asier, con diabetes tipo 1 desde los 14 años, cuando comenzó la pandemia de la Covid-19, la vida se paró y todo parecía tambalearse.
"Durante mucho tiempo la diabetes ha sido una cosa que estaba ahí, importante, pero nada definitoria. Cuando llegó la pandemia, estaba trabajando en una agencia de marketing y las primeras dos o tres semanas fueron terribles. Se pararon todas las campañas, había mucha incertidumbre, no sabíamos si íbamos a poder mantener los trabajos... se pusieron las cosas muy feas. Fue una época de mucho estrés y justo el estrés es una de las cosas que altera mucho la glucosa. Yo llevaba unos días que tenía la glucosa súper alterada", explica Morato.
La diabetes, a diferencia de otras enfermedades crónicas, no tiene un tratamiento lineal. Cada momento es distinto y la rutina y el cómo se encuentre la persona marcan cómo puede alterarse la glucosa en sangre.
"Yo llevo el parche en el brazo, que da muchísima información, pero al final no entiendes nada de lo que recoge. No sabes si está alta porque has comido, porque estás estresado... no podías tener esa información contextual que es clave para entender qué te está pasando. Y claro, entonces tampoco podías hablar con un médico. Fue ahí cuando surgió un poco la idea de hacer Cori", detalla.
Lo que empezó como un proyecto personal cogió fuerza a raíz del certamen organizado por la farmacéutica Pfizer. "Le vimos más sentido" y arrancó de verdad todo el proyecto bajo el paraguas de Chubby Apps, el estudio de aplicaciones que fundaron en 2020 y en el que además de Asier y Patricia trabajan Javier Menoyo (29 años), full stack developer de Vitoria-Gastiez, y Agustín Barruti (23 años), data scientist nacido en Montevideo, Uruguay.
Los pilares de la app
Ofrecer los datos de forma clara era el objetivo fundamental, algo irrenunciable en el desarrollo de Cori. "Veíamos, sin ir más lejos a nuestros padres, que la tecnología se le hacía bola. Con lo que cuando fundamos el estudio lo que realmente queríamos era hacer apps que realmente mejorasen la vida de las personas siendo muy fáciles de entender", explica Bedoya.
La joven diseñadora, especializada en accesibilidad, expone que para lograrlo decidieron que toda la aplicación tuviese una serie de colores que marcase muy claro el estado en ese momento. Cómo ibas a progresando. "Queríamos que todo fuese cognitivamente muy sencillo. Apple en ese sentido es referente y lo que nos han formado en este tiempo en esas cosas las reflejan perfectamente en sus productos", indica la cofundadora.
Esta sencillez no era únicamente para hacer más cómoda y agradable la app para que los usuarios pudiesen usarla mejor, sino porque pronto se dieron cuenta de que el problema estaba en que los usuarios no entendían cómo funciona realmente la diabetes. "Hay un salto muy grande entre el conocimiento científico y lo que la gente en su día a día acaba haciendo", comenta Asier.
La app se basa en los pilares que permiten llevar bien una diabetes: comer bien, hacer ejercicio de forma regular, controlar tu glucosa y entender un poco cómo funciona tu cuerpo con la diabetes. "No es mucho más. Aunque la vida se interpone, que es justo lo que queríamos solventar: que puedas estar atento pero sin tener que dedicar mucho tiempo y esfuerzo".
Para dar contexto a lo que pasa en la glucosa hay cinco patas: la comida, la medicación, y luego otras más físicas: la actividad diaria y las métricas basales —que son las que miden el Apple Watch—, además de la propia glucosa del glucómetro. "Con esas piezas lo que tienes es una fotografía completa para saber cómo está la glucosa de una persona. Pero claro, no es lo mismo que te haya subido porque estés estresado, porque hayas comido o porque se te haya acabado la medicación".
El reto de manejar los datos
Para la recogida de datos, en su mayoría, se hace ya de forma automática. El sistema los analiza todos juntos para dar al usuario el contexto que necesita para tomar las mejores decisiones. Y es justo aquí donde entra la inteligencia artificial, pues con el modelo de aprendizaje que han desarrollado pueden aprender del usuario y adaptarse a él con sólo dos semanas de uso. La idea es evitar sesgos y ser extremadamente precisos.
"Por ejemplo, en el caso de las mujeres, durante el periodo, hay mujeres a las que les sube muchísimo la glucosa, pero hay a muchas a las que no les cambia nada. Si hiciésemos la media sería que no cambia, pero con la inferencia —que es como se llama el proceso— podemos personalizar el modelo para que se adapte a la persona. Que sea el Cori de cada uno", explican.
Para ser tan preciso a las necesidades del usuario hacen falta datos para poder entrenar el modelo de inteligencia artificial en el que se basan después. Un proceso que no es especialmente rápido por cumplir con una de las máximas que tenían claras desde que comenzaron con el proyecto: los datos pertenecen al usuario.
"Para nosotros la privacidad siempre ha sido un valor fundamental. De hecho, durante mucho tiempo nos ha supuesto mucho trabajo porque no teníamos los datos de los usuarios y no podíamos entrenar el modelo tan rápido. En cierto sentido ser tan rígidos con la privacidad ha jugado en nuestra contra. Por defecto todos los datos están encriptados, no tenemos acceso a ellos", explica Asier. A lo que Patricia replica que "era la decisión que nos parecía más lógica. En ningún momento hubo duda alguna de cómo debíamos hacerlo. Nos ha dado más trabajo, pero no lo cambiaríamos. Porque si no, ¿qué confianza le daríamos al usuario?".
Lo cierto es que la vinculación con dispositivos como el Apple Watch o los glucómetros permite tener una cantidad de información de los usuarios salvaje. Un pequeño big data de cada usuario con casi 200.000 puntos de datos personales. "Nos permite conocerte muy bien y prever lo que te va a pasar", detalla Asier.
¿Un Apple Watch con glucómetro?
Uno de los rumores recurrentes sobre el dispositivo estrella de Apple es la posibilidad de que en un futuro pudieran incorporar un medidor de la glucosa. "Nosotros no sabemos nada, leemos lo mismo que tú", reconocen, pero al mismo tiempo quieren estar preparados para lo que pueda venir "sea de Apple o de una farmacéutica".
Son conscientes y ven las posibilidades que un dispositivo de este tipo podría abrir en el seguimiento de la diabetes. "Los parches que miden la glucosa son unos 1.400 euros al año, con eso te compras un Apple Watch Ultra y te sobra dinero para productos muy buenos de Apple". Sin embargo, lo fundamental de este tipo de wearables que pueden medir la glucosa —aunque el margen de error pueda ser grande— es la utilidad para personas con diabetes tipo 2 o prediabetes.
"Les permitiría tener una fotografía completa, aunque no fuese muy exacta. Abriría muchas puertas, especialmente porque podría poner en alerta a gente que tenga diabetes o prediabetes y ni es consciente de ello. Se amortizaría rápido", comenta Asier.
Pese a que los Apple Watch no cuenten con medidor de glucosa desde Cori lo utilizan fuertemente para las métricas basales (cómo has dormido, pulso en el descanso...) "se aplican mucho a la diabetes porque afecta mucho a cómo te encuentras. Yo hay muchas veces que tengo un bajón nocturno y duermo muy mal. El cómo duermes también afecta a estas cosas".
El tutelaje de Apple
La relación con Apple no se queda en el uso del Apple Watch o de los datos de la aplicación salud. Sino que han aprovechado las oportunidades de desarrollo que ofrece la compañía de Cupertino a los desarrolladores para impulsar la aplicación y recorrer medio mundo para poder adaptar Cori a un público más global.
"Cuando la gente habla de Apple se piensa que es como un ente, pero en realidad tienes un trato de persona y todo el mundo con los que hemos tratado en este tiempo nos han tratado súper bien, tanto que a veces te llamaba la atención. 'Si somos un pequeño estudio de Vitoria, por qué nos hacen tanto caso y dedican tanto esfuerzo'. En ese sentido nos ha sorprendido mucho lo bien que nos han tratado y el cariño que le han puesto", explica Patricia.
La diseñadora reconoce que "todo empezó un poco por probar". Vieron que Apple tenía varios programas para desarrolladores y comenzaron con el Apple Entrepreneur Camp, "más que nada por acercarnos a gente que estuviese haciendo lo mismo que nosotros. Al final, viviendo en Vitoria, siendo una pequeña startup de salud, para consumidores... éramos el perro verde de los perros verdes", ríe recordando Bedoya.
"Nos apuntamos sin ninguna esperanza y tuvimos la suerte de que les gustó el proyecto. Empezamos a trabajar con ellos y fue súper gratificante estar con gente top de Apple que cogían tu proyecto, lo habían revisado de arriba abajo y venían y te decían aconsejaban cómo hacer las cosas mejor", explican.
Ahora, forman parte del programa App Store Foundations, que tutela a los desarrolladores para hacer crecer las apps y su negocio. "Ahí hemos visto por ejemplo cómo la suscripción es nuestro modelo de negocio, que para nosotros —como pequeño estudio— es lo que nos permite seguir con el proyecto con vida. Además, te das cuenta de que el negocio son personas, con lo que tener la visión de diferentes perfiles de la App Store de todo el mundo ayuda mucho a acercarte a cada vez más usuarios, y a cómo puedes ayudarles", reconoce Morato, que apostilla: "es como una pequeña WWDC, pero más personalizada y orientada a lo que puedas hacer en lo que más te hace falta".
Sus próximos pasos
Durante este 2023 lanzarán en Cori el entrenador personal para la diabetes, un reto que es posible gracias a entender cómo es el estado general del usuario para poder recomendarle entrenamientos en función de cómo se encuentre de cansado o activo. Aunque en el futuro no se cierran puertas a otros desarrollos viendo el interés de usuarios y entidades.
Por un lado no descartan trasladar el programa para acceder a ensayos clínicos. "Pero eso va a ser completamente aparte y tendrán que participar los usuarios que quieran, nunca cogeremos los datos por defecto. Eso es una línea roja. En el caso de trabajar con centros médicos, para ellos también lo es", explican.
Por otro lado, tampoco descartan desarrollar en un futuro una aplicación que permita cuidarse también a los usuarios que no tienen diabetes. "No lo descartamos, es una cosa que tenemos en mente. No sabemos si Cori se abrirá a más gente, si por ejemplo los sensores de glucosa se normalizan y con eso y otros datos que coge el Apple Watch lo puede usar cualquiera y lo pueda usar en un modo sin diabetes o si sacaremos otra app. Sí que es una cosa que está ahí, pero cuando tengamos toda la parte del deporte hecha tendría más sentido".
En cualquier caso, el buen hacer de Cori es importante de replicar con cualquier proyecto a futuro. "Si tú quieres usar Cori sin diabetes tiene que ser una aplicación mejor que las que ya hay, si no, no la vas a usar. Lo pensamos mucho, lo tenemos ahí, pero no hay nada en desarrollo". Así que su objetivo principal es hacer crecer Cori y que sea la aplicación de referencia con la que poder ayudar a combatir la diabetes.
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