Las tensiones entre WhatsApp, la app más popular de España y el resto del mundo, y las autoridades de Reino Unido se incrementan con el nuevo proyecto de ley, Online Safety Bill. La aplicación de mensajería está dispuesta a marcharse del país y abandonar a los usuarios que viven allí, muchos de ellos son españoles, impidiendo que se comuniquen con el resto del mundo a través de su servicio, si la ley termina por aprobarse, por cómo afectaría a sus funciones de privacidad.
El proyecto de ley lleva años en desarrollo y hace un mes que Meta, empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, advirtió de las consecuencias. The Guardian informa que se ha advertido a los ministros implicados en el proyecto de las repercusiones que esta ley puede tener, aún así no parece que se esté cerca de llegar a un entendimiento. Mientras unos denuncian que la ley obligaría a eliminar el cifrado de extremo a extremo que protege los mensajes personales, ellos defienden que se pueden crear otras tecnologías y recopilar otros datos para perseguir a terroristas y delincuentes sexuales en internet y estas apps.
La privacidad de las aplicaciones de mensajería es una batalla muy reñida, en la que el cifrado de extremo a extremo es la base sobre la que se construye el resto. WhatsApp ha perdido la confianza de las instituciones de la Unión Europea, cuyos funcionarios se mudaron a Signal. Pero ahora sería la propia empresa la que estaría dispuesta a abandonar este país si se aprueba esta ley tal y como está escrita ahora, cuyo plazo está a punto de vencer. También Signal se ha mostrado contrario a la propuesta británica.
Mensajes cifrados
El proyecto de ley permitiría en el futuro imponer ciertos requisitos para que plataformas y empresas tecnológicas combatan el terrorismo, el abuso infantil y otros problemas con un mayor control del contenido que publican los usuarios. Se estudian multas de hasta el 10% de la facturación global para los que no lo cumplan. Esta misma semana, la red social Twitter ha sido criticada con fuerza por permitir la difusión masiva de imágenes del último tiroteo en Texas, EEUU, y de conflictos como la guerra de Ucrania.
Sin embargo, las redes sociales o páginas webs no son lo mismo que las aplicaciones de mensajería basadas en el cifrado de extremo a extremo. Empresas como WhatsApp, Telegram o Signal ondea esta bandera como su principio de privacidad más alto, el cual les impide, incluso a sus empleados, leer los mensajes de los usuarios. El texto, imagen o vídeo sale encriptado desde el dispositivo que lo envía y permanece así hasta llegar al móvil designado como receptor, nadie por el camino puede consultar el contenido.
"El proyecto de ley no brinda protección explícita para el cifrado", dijo una coalición de proveedores, incluidos los líderes del mercado WhatsApp y Signal, en una carta abierta el mes pasado. Si se establece la ley como está siendo redactada por el momento, aseguran los responsables de estas aplicaciones que elegirán proteger la seguridad de los usuarios fuera de ese país, abandonándolo. "El 98% de nuestros usuarios están fuera del Reino Unido".
Otros datos personales
Por su parte, las autoridades británicas niegan que su proyecto de ley represente la prohibición del cifrado de extremo a extremo, ni lo debilitará, pero piden otras tecnologías para identificar el contenido problemático como el abuso sexual infantil y poder eliminarlo. Un portavoz del Ministerio del Interior dijo: "Apoyamos un cifrado fuerte, pero esto no puede ser a costa de la seguridad pública".
El panorama político en Reino Unido parece dividido, Richard Allan, liberal demócrata y antiguo jefe de política de Meta describe el enfoque del proyecto de ley a The Guardian como "ambiguo". Mientras que el parlamentario conservador, Damian Collins, quién presidió el comité de Westminster que analizó el proyecto, rechaza que sea necesario modificar el cifrado de extremo a extremo para cumplir con la ley.
Collins considera que sería suficiente con que las empresas compartieran la información a la que sí tienen acceso como los datos de cada usuario, sus contactos, la ubicación o los nombres de los grupos en los que participan. Incluso, sugiere que a través del navegador web desde donde también se pueden consultar los mensajes de WhatsApp y otras apps, es posible conocer las demás búsquedas y páginas que esa persona ha visitado. Información que esta aplicación y otras empresas como Apple ceden en investigaciones policiales desde hace años.