Las herramientas de inteligencia artificial basadas en texto que usamos en España tienen un problema. Y es que sus modelos están entrenados con todo tipo de escritos, que muchas veces están protegidos con derechos de autor. Los autores ya se han levantado contra firmas como OpenAI, pidiendo que por favor se dejasen de usar sus obras para estos entrenamientos. Otra asociación de autores se ha rebelado contra la compañía.
En este caso, lo ha hecho el Authors Guild, que ha tomado acciones legales junto a otros 17 autores de importante calado, entre los que se encuentra el mismísimo George R.R. Martin, el autor de la mítica obra Juego de Tronos. También le acompañan Jonathan Franzen, Jodi Picoult o John Grisham, este último autor de obras como El Caso Fitzgerald o Tiempo de Matar.
El grupo ha presentado una demanda en el Distrito Sur de Nueva York, asegurando que OpenAI copió obras de los demandantes a nivel del por mayor, "sin permiso ni contraprestación". Además, explican que sus obras se introdujeron en grandes modelos de lenguaje (los llamados LLM) sin ninguna autorización, algo a sus ojos ilegal debido a que están protegidos por copyright.
Autores denuncian a OpenAI
En la denuncia, el Authors Guild detalla que OpenAI "copió las obras de los demandantes al por mayor", sustrayendo unos materiales que se exponen como el principal sustento de estos autores. Dicho sustento, dice la denuncia, "se deriva de las obras que crean. Pero los LLm ponen en peligro la capacidad de los escritores de ficción para ganarse la vida".
Prosigue, denunciando cómo los LLM permiten a cualquier usuario "generar, de forma automática y gratuita (o muy barata) textos que de otro modo pagarían a los escritores para que los crearan". Es decir, que la denuncia no solo afirma la copia de estas obras, sino que especifica cómo estos modelos pueden causar el fin del propio sustento de estos autores literarios.
Esto es algo que ya ha pasado. El pasado mes de febrero se supo que gracias a herramientas como ChatGPT Amazon había sufrido un aluvión de libros promocionados para Kindle escritos únicamente usando ChatGPT. La idea era sencilla; muchos usuarios pretendían sacar ingresos usando modelos de IA LLM, que usualmente están entrenados con obras literarias de otros autores.
En la denuncia, los autores expresaron su preocupación sobre cómo los LLM podrían resultar en obras que "se basen en, imiten, resuman o parafraseen" sus obras, dañando potencialmente su mercado. Y es que de forma razonable, el Authors Guild cree que OpenAI podría haber entrenado sus modelos GPT usando obras de dominio público y libres de derechos de autor, sin usar material protegido sin licencia.
Esta es solo una situación más de especialistas artísticos o literarios denunciando cómo las IAs que se usan hoy en día en Internet roban o plagian directamente sus contenidos. El pasado 19 de septiembre, el actor Stephen Fry acusó a una inteligencia artificial de robar su voz sin su permiso para narrar un documental sin su consentimiento.
Todo esto sin contar la problemática que están viviendo las discográficas con el auge de las herramientas para versionar voces. Los internautas están aprovechando estas herramientas para crear canciones con las voces de artistas cuyas obras están protegidas con derechos de autor, y actualmente hay una guerra entre la industria musical contra la popularización de estas IAs.