El gran enemigo de YouTube siempre han sido los bloqueadores de anuncios, o ad blockers. En España es fácil encontrarse a todo tipo de creadores de contenido pidiendo que, por favor, se dejen de usar estos bloqueadores para que estos puedan cobrar de la publicidad de YouTube. Tras muchos años, YouTube ha comenzado a bloquear el uso de su plataforma si se usan estos adblockers.
Así lo revela The Verge, que se ha encontrado con una advertencia al usar YouTube bastante llamativa. Según ha afirmado el portavoz de YouTube Christopher Lawton, la firma ha llevado a cabo un "pequeño experimento global" en el que se muestra una advertencia clara: "Los bloqueadores de anuncios no están permitidos en YouTube".
Aunque lo extraño del asunto es que la advertencia parece que se puede quitar pulsando sobre la X del recuadro, la misma pide al usuario que o bien pruebe YouTube Premium para desactivar los anuncios o bien permita los anuncios en la plataforma. No se sabe cuándo se lanzará este mensaje a todo el mundo, en caso de que YouTube decida bloquear definitivamente los anuncios.
YouTube se pone seria
"Los bloqueadores de anuncios no están permitidos en YouTube", reza el mensaje. "Parece que estás usando un ad blocker. Los anuncios permiten que YouTube sea usado por miles de millones de personas en todo el mundo. Puedes quitar los anuncios con YouTube Premium, y los creadores podrán seguir recibiendo pagos de tu suscripción".
Tras este texto, el mensaje pone a disposición del usuario dos botones: "Permitir anuncios en YouTube" y "Probar YouTube Premium". En este caso, es obvio; el primero enseña al usuario a retirar el bloqueador de anuncios para YouTube y el segundo lleva al mismo a suscribirse a la modalidad de pago de YouTube.
Desde hace años, los ad blockers han sido la norma en YouTube. De hecho, debido a que permiten, entre otras cosas, desactivarse y activarse a placer, muchos los usan para cortar los anuncios en vídeos de creadores de contenido muy concretos. No obstante, hasta la fecha YouTube nunca había impedido el uso de su plataforma a sus usuarios.
De momento, este no es más que un experimento. No se sabe si acabará siendo una realidad global (algo que es muy probable) o si por el contrario acabará siendo, como dice Lawton, un pequeño experimento. Sea como fuere, esto forzaría a muchos a permitir estos anuncios o a probar la suscripción de YouTube, que en España cuesta 11,99 euros al mes.