Hace escasas semanas que Reino Unido aprobó la Ley de Seguridad en Línea u Online Safety Bill. Una legislación polémica que ha generado titulares en España y en el resto del mundo, pese a su intención de implementar requisitos a las empresas tecnológicas, como la verificación de la edad de sus usuarios. En la cruzada de Reino Unido contra el contenido pornográfico, operadoras se han pronunciado sobre la aplicación de la ley para verificar la edad de los usuarios que lo consumen.
Según recoge The Verge, el regulador independiente de telecomunicaciones de Reino Unido, Ofcom, ha lanzado una serie de criterios sobre verificación de los usuarios para los sitios de consumo de contenido adulto. Esta serie de medidas se complementa a las opciones que la propia legislación da a las webs para controlar que sus usuarios no incluyan menores de edad.
Algunas de estas medidas pasan por confirmar que el usuario no solo tiene 18 años a través del uso de redes móviles y de entidades bancarias, pidiéndole por ejemplo que proporcione detalles sobre los datos de una tarjeta de crédito. Un bien que sólo los mayores de edad pueden tener. Todo esto, por supuesto, con el consentimiento del propio usuario.
La cruzada contra el porno continúa
Ofcom ya está sumergido en la creación de estas directrices, y según apunta The Verge, se prevé que la orientación completa esté disponible para el próximo año. En una entrevista al mismo medio, el líder de seguridad online de Ofcom, Gill Whitehead, asegura que estas directrices buscan evitar que los niños puedan consumir pornografía en Internet fácilmente, especialmente la más dañina.
Algo que, a sus ojos, es tremendamente fácil. "Nuestra investigación muestra que hoy en día los niños pueden acceder fácilmente a la pornografía [...] y que niños de tan solo 8 o 9 años acceden a sitios pornográficos", explica el directivo. Asegura que pese a que este contenido se suele encontrar de forma completamente accidental, las cifras referentes a la edad son escandalosas.
El borrador de directrices publicado por Ofcom incluye hasta 6 métodos de verificación distintos. Se recurrirá a entidades bancarias, redes móviles y al uso de tarjetas de crédito, como ya se ha mencionado anteriormente. Otras pasarán por pedir una identificación mediante una fotografía reciente o el uso de sistemas para analizar rostros que estimen la llamada "edad facial" del internauta. Es decir, se acabó la idea de confirmar que el usuario tiene 18 años; no será suficiente.
Hay que recalcar que estas son meras directrices que los sitios pornográficos pueden elegir o no, ya que la Online Safety Bill permite que estas webs implementen sus propias medidas de verificación (siempre y cuando la legislación los vea como suficientes). Ofcom ya ha anunciado que trabajará con los sitios más grandes y que se dedicará a controlar las webs de menor calado. En caso de no cumplir con la normativa, la multa podrá superar los 20 millones de euros, llegando incluso a pedir el 10% de los ingresos globales.
También es importante resaltar que estas medidas se aplican a los sitios pornográficos profesionales, o lo que es lo mismo, a las web cuyo contenido haya sido "publicado o mostrado en un servicio online por el propio proveedor del servicio". De esta forma, sitios de contenido generado por usuarios como OnlyFans quedan exentos de estas medidas. Sin embargo, se abrirá una consulta sobre reglas a seguir para este tipo de contenido.
Eso sí, con un pequeño apunte. El año que viene esta consulta también aplicará para motores de búsquedas y redes sociales, así como el contenido generado por usuarios. La propia Ofcom reconoce que si existe una combinación de pornografía profesional y "pornografía generada por usuarios, entonces, desde una perspectiva práctica, pueden desear aplicar este enfoque para todos".
Problemas legislativos
Whitehead asegura que 8 de cada 10 niños han visto "pornografía violenta" que incluye "actos sexuales coercitivos, degradantes y dolorosos" antes de la mayoría de edad. Estos son más o menos los mismos argumentos que hace 4 años enarboló el ejecutivo de Reino Unido para intentar implementar su polémico filtro contra el contenido pornográfico para menores de 18 años. Dicho plan se abandonó argumentando problemas técnicos.
En dicho momento, este filtro y los intentos sucesivos de Reino Unido por verificar la edad de los usuarios de contenido adulto generaron numerosas voces en contra en el aspecto de la privacidad y las cuestiones técnicas. Este intento de "proteger a los jóvenes" (frase usada por el entonces gobierno de Boris Johnson) tuvo su origen en 2014, con pruebas que resultaron ser un desastre de falsos positivos. Posteriormente, la Online Safety Bill se convirtió en la esperanza de los conservadores para implementar mejor estas medidas.
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Con el anuncio de estas directrices, ya se están formando ciertas voces en contra que aseguran que la implementación de estas normativas podría afectar enormemente a las leyes de protección de datos. Es el caso de los defensores del Open Rights Group u ORG, una organización sin ánimo de lucro anglosajona que ya se ha posicionado frontalmente a estas medidas.
Abigail Burke, la directora del programa, detalla cómo el hecho de que Ofcom "dependa únicamente de las leyes de protección de datos y de la ICO" para la correcta aplicación de estas normas es un hecho "preocupante". Llega a afirmar que este proyecto de ley de protección de datos e información digital, que actualmente está "tramitándose en el Parlamento", acabará debilitando las leyes actuales de protección de datos anglosajones. Unas leyes "insuficientes para un sistema tan intrusivo.