La inteligencia artificial está siendo una revolución en todos los sentidos de la palabra, tanto en España como en el resto del mundo. Muchos ya han hablado de sus posibles beneficios de cara al cambio climático y a la crisis global que se está viviendo actualmente por este motivo. A tenor de ello, se ha creado una nueva herramienta, un equivalente a ChatGPT en cuestiones climáticas: ClimateGPT.
Una herramienta al estilo chatbot que busca ofrecer de forma precisa datos climáticos verificados, con la idea de que este sistema se quite de encima los grandes problemas que los principales software de OpenAI y Google han tenido, especialmente en lo que a confianza y transparencia se refiere.
ClimateGPT, sin ir más lejos, pretende ser un chatbot de código abierto que se basa en datos científicos probados. Los autores de este chatbot, EQTY Lab AI, se constituyen como una startup que aboga por los modelos de IA responsables, que además están integrados con la blockchain pública Hedera, para una apuesta todavía mayor a la transparencia y a la confianza.
Un ChatGPT climático
Impulsado por Erasmus.AI y entrenado con Apptek, ClimateGPT se posiciona como un conjunto de modelos de IA disponible en más de 20 idiomas. Incluye un modelo innovador que destaca por contar con 7.000 millones de parámetros y con más de 300.000 millones de tokens climáticos específicos. Por si fuera poco, ClimateGPT está potenciado y alojado únicamente con energías renovables.
La idea de este ClimateGPT es la de permitir a los usuarios buscar datos precisos sobre el cambio climático, y es accesible tanto para desarrolladores e investigadores en la plataforma de IA Hugging Face. Inició su andadura el pasado 18 de enero, y sirve para usar y ampliar datos científicos y climáticos. Además, es un chatbot de código abierto, accesible para todo el mundo y disponible ampliamente.
Tal y como explican en la web de El Fondo para la Inteligencia Climática, ClimateGPT puede resumir hallazgos científicos clave sobre impactos del cambio climático, así como identificar tecnologías innovadoras. Por si fuera poco, permite explorar riesgos agravantes del cambio climático en la salud o el trabajo y establecer escenarios de prueba para la asignación de recursos.
Ofrece traducciones en más de 20 idiomas y su LLM (Large Language Model) incluye 100 tecnologías climáticas "evolucionarias", 200 millones de artículos académicos y 10.000 millones de páginas web, además de un millón y medio de artículos sobre "el impacto local del clima extremo en los últimos 10 años". Erasmus.AI especifica que el modelo se entrenó con un nuevo conjunto de datos IFT específico para el clima.
[El ambicioso plan para volver a congelar los polos: aviones que creen nubes de dióxido de azufre]
Algunas de las áreas de investigaciones científicas sobre las que ClimateGPT está optimizado incluyen geoingeniería, políticas del Banco Central, sistemas económicos sostenibles o agricultura regenerativa. La web ofrece una buena variedad de modelos a descargar, que van desde los 7.000 millones de parámetros hasta los 70.000.
Aún en desarrollo
Ariana Fowler, jefa de investigación de EQTY Lab, especifica que ClimateGPT aún está evolucionando, y que se encuentra en las primeras etapas de desarrollo. De hecho, actualmente los resultados que ofrece no son especialmente relevantes, quizás por su poca andadura como chatbot.
Sin embargo, Fowler promete que la clave está en su carácter de código abierto. "Es vital para crear soluciones de IA transparentes, seguras e inclusivas". Además, explica que la integración con la blockchain Hedera "garantiza que los datos y la computación usados para desarrollar ClimateGPT sigan siendo responsables y verificables".
Pese al estado actual de ClimateGPT, los responsables del chatbot resaltan enormemente su potencial. Leemon Baird, cofundador de Hedera, detalla cómo la integración de ClimateGPT "con las herramientas de IA responsable de EQTY Lab permitirá a la comunidad de IA tener el seguimiento de la procedencia y la generación de confianza que definitivamente necesita".
De esta manera, ClimateGPT promete ampliar enormemente las capacidades de investigadores y desarrolladores en torno al cambio climático, ya que proporciona —al menos sobre el papel— acceso rápido a datos climáticos fiables, seguros y completamente verificados. Por otro lado, proporciona fuentes para respaldar sus respuestas, algo que la mayoría de chatbots convencionales no hacen.
Erasmus.AI asegura que desarrollar el corpus de ClimateGPT ha llevado más de 4 años de pruebas, investigación y ajustes sobre más de 100 modelos de lenguaje grandes. Lo ha hecho a partir de sus corpus a escala planetaria, una de las "colecciones académicas y web más grandes del mundo" que integra investigaciones y conocimientos sobre el clima y condiciones meteorológicas extremas.
También te puede interesar...
- Nuevo revés a los negacionistas del cambio climático: TikTok censura sus contenidos
- Así es Captura, la inmensa base acuática que purifica el agua del mar para frenar el cambio climático
- El innovador invento que genera hidrógeno barato con agua en mal estado
- Las semillas artificiales que van a cambiar la agricultura: así miden la temperatura y la humedad