La guerra se ha convertido en otro de los ámbitos en los que la inteligencia artificial ha entrado con fuerza. Esta tecnología sirve a Israel para buscar objetivos contra Hamas, según una reciente investigación. Un uso rodeado de polémica y preocupación por la posibilidad de desembocar en los llamados robots asesinos, armas autónomas gestionadas por la IA.
Este lunes, 29 de abril, Austria pidió nuevos esfuerzos para regular el uso de esta tecnología en el ámbito militar. El Ministro de Asuntos Exteriores de Austria, Alexander Schallenberg, ha hablado sobre la importancia de esta regulación en una reunión ante organizaciones no gubernamentales e internacionales, así como de enviados de 143 países: "No podemos dejar pasar este momento sin tomar medidas. Ahora es el momento de acordar reglas y normas internacionales para garantizar el control humano".
El rápido avance de la inteligencia artificial en los últimos años ha llevado esta tecnología a prácticamente todos los ámbitos sociales e innumerables industrias. No podían faltar el sector militar y su integración en las armas más modernas. En 2023 ya se conoció la integración de la IA en drones militares y tanques, capaces de seleccionar objetivos sin depender de la supervisión humana.
"Ya hemos visto a la IA cometer errores de selección en formas grandes y pequeñas, desde reconocer erróneamente la cabeza calva de un árbitro como una pelota de fútbol, hasta muertes de peatones causadas por autos sin conductor que no pueden reconocer a alguien que cruza la calle imprudentemente", dijo Jaan Tallinn, programador de software e inversor en tecnología en el discurso de apertura, tal y como recoge Reuters.
Esta petición ya se planteó en 2020 por parte de Austria y se ha repetido en una conferencia internacional a la que han sido invitados "todos los Estados, las Naciones Unidas, el CICR, representantes de organizaciones internacionales y regionales del mundo académico, la industria y sociedad civil".
La agencia de noticias recoge la urgencia de los asistentes a esta conferencia de dos días en Viena, quienes aseguran que desde Naciones Unidas se ha abierto este debate con anterioridad sin importantes resultados. Este lento avance de la regulación y acuerdos internacionales, contrasta con la rápida evolución de la tecnología, sus capacidades y ámbitos en los que se está integrando.
"Al menos asegurémonos de que la decisión más profunda y de mayor alcance, quién vive y quién muere, quede en manos de los humanos y no de las máquinas", afirmó el Ministro de Exteriores austriaco. A finales del año pasado, Estados Unidos y China se sentaron para abordar un posible acuerdo sobre el riesgo del armamento autónomo. Un acuerdo que aún no se ha fraguado.
Reino Unido, Estados Unidos y otros países de la OTAN que facilitan armamento a Ucrania en su lucha contra Rusia han planteado este año la intención de proporcionar a los militares ucranianos de "miles de nuevos drones con IA que podrían atacar objetivos rusos simultáneamente".