Una enorme serpiente de luz va a reptar esta tarde por el estadio Santiago Bernabéu en Madrid durante el concierto de Taylor Swift. La cantante celebra así su disco Reputation, uno de los más representativos de las eras de la artista. También se verán corazones y otras figuras gracias a una tecnología que ya se ha utilizado en otros conciertos como el de Coldplay en Barcelona el año pasado. Una tecnología simple que luego es posible reutilizar en casa para futuras fiestas.
El efecto se consigue con unas pulseras (no las que se intercambian entre las fans de Swift) que se programan previamente y se entregan a cada asistente, en este caso los miles de swifties que tienen cita hoy con la artista de Pensilvania en Madrid. Lo mejor es que tras el evento, podrían reutilizar sus pulseras hackeándolas con un Flipper Zero.
John Graham-Cumming cuenta en una publicación de blog cómo es posible hackear la señal de estas pulseras y controlarlas a través de este dispositivo, que se puede comprar por internet. Su precio ronda los 200 euros. Esto permitiría, como muestra en un vídeo, encender y apagar las pulseras sin necesidad de contar con el potente equipo que se usará en el concierto. En GitHub se detallan los pasos de este truco y otros con equipos más o menos elaborados y de distinto coste.
El Flipper Zero es conocido como el "tamagochi de los hacker". Se trata de un pequeño dispositivo ideado en un principio para investigación y trabajo "con tecnologías de comunicación inalámbrica, sistemas de seguridad y dispositivos eléctricos en general", tal y como explica INCIBE. Sin embargo, ha ganado popularidad entre los ciberdelincuentes por las posibilidades que ofrece.
Se ha utilizado incluso en el robo de coches. Pues este aparato es capaz de comunicarse con todo tipo de dispositivos interactuando con señales de radio como NFC, Bluetooth, WiFi, etcétera.
Igual que ocurre con las llaves de un coche, este equipo se puede usar para interceptar la señal de las pulseras de los conciertos. La tecnología detrás de este espectáculo es bastante simple, incluso se usa en la mayoría de las casas.
Las culpables son las pulseras que llevan todos los asistentes, las cuales son rastreadas con infrarrojos para activar solo las que en ese momento sean necesarias para dar forma a la figura, ya sea un corazón o una serpiente. Estas pulseras se programan de forma individual antes del evento para que cada una cuente con un código personal y poder activarla en un momento específico. Pero en este caso, sería necesario saber dónde va a estar colocada cada pulsera y que su propietario no se mueva.
Estos inconvenientes se evitan con la tecnología de PixMob. La empresa que gestiona estos eventos cuenta con las moving head, sensores distribuidos por el estadio, son como cámaras que observan toda la escena localizando cada una de las pulseras y mandándoles órdenes a través de láseres de red infrarroja invisibles. Así se activan solo las pulseras que se encuentran dentro de la figura en movimiento que se quiere crear.
Como muestra Graham-Cumming, estas pulseras están diseñadas para ser reutilizadas, se abren fácilmente y dentro tienen dos baterías y una pequeña placa de circuito. En esa placa hay dos LED RGB, un pequeño microcontrolador, un poco de EEPROM y un diodo infrarrojo para recibir una señal.
El truco entre todos los que se pueden encontrar en GitHub que describe como reutilizarlas en casa se ha basado en una serie de esfuerzos de ingeniería inversa que han analizado el protocolo IR de las pulseras. Dado que Flipper Zero tiene capacidad de leer infrarrojos, han conseguido describir el proyecto que permite controlar la pulsera.
Es posible que haya que cambiar la batería de la pulsera tras el concierto o si han pasado algunos días. Las fans de Taylor Swift con algunos conocimientos de programación podrán seguir los pasos indicados sin problemas. Se puede activar un solo color a un grupo de pulseras, y activar o apagarlas. Pero también es posible crear una secuencia de diferentes colores. Aún para crear figuras como en el estadio es necesario contar con más tecnología que esta.