Se avecinan meses muy intensos para la inteligencia artificial, sobre todo a nivel de usuarios. Si los rumores se confirman, en el mismo mes (octubre), Apple lanzará su actualización con Apple Intelligence y su nueva Siri impulsada con ChatGPT, mientras que Amazon presentará a la renovada Alexa con las capacidades de la IA Anthropic. Su chatbot, Claude, es uno de los proyectos de chatbots más potentes del mercado, rival de ChatGPT y se puede usar en España desde mayo de este año.
La nueva era de los asistentes virtuales ha llegado, desde los iPhones o desde los altavoces Echo, la IA demostrará todo lo que puede ofrecer al consumidor. Y lo harán recurriendo a importantes acuerdos con dos de los principales desarrolladores de chatbots del momento: OpenAI y Anthropic.
Aunque se esperaba que Amazon utilizara el Alexa LLM (Large Language Model) que presentó el año pasado en septiembre, una nueva información de Reuters asegura que los malos resultados les han llevado a respaldarse de su socio. Amazon invirtió en Anthropic 4.000 millones de dólares el año pasado, por lo que no es de extrañar que recurra a su tecnología para relanzar la nueva versión mejorada de Alexa.
El artículo de Reuters indica que las versiones iniciales del asistente de voz más inteligente de Amazon, nutrido con su propia IA, resultaron insuficientes, y a menudo tenían dificultades con las palabras y respondían a las indicaciones del usuario. Otros medios como Fortune también ha informado de estos problemas.
The Washinton Post indicaba esta semana que el gigante de las compras lanzará esta nueva Alexa con una suscripción que podría ser de hasta 10 dólares al mes. Por ese precio, tendrá la capacidad de redactar correos electrónicos o realizar compras, así como pedir comida para casa. También ayudaría a encontrar recetas o charlaría con los más pequeños de la casa. La clave estaría en esa mejor agilidad en la conversación que otorgan los modelos de lenguaje natural.
Mientras, la participación minoritaria de Amazon en Anthropic está siendo investigada actualmente por los reguladores de competencia del Reino Unido. La estrategia recuerda a la que está llevando Apple a cabo: los de Cupertino negocian su entrada en el capital de OpenAI, que elevaría su valor por encima de los 100.000 millones.
Tanto los nuevos acuerdos económicos entre los principales agentes de la industria tecnológica como el propio desarrollo de la tecnología están bajo la lupa de los gobiernos. Hoy mismo, el Instituto de Seguridad de la IA de Estados Unidos también anunció que OpenAI y Anthropic acordaron permitir que el gobierno evalúe los principales modelos de IA antes de lanzarlos al público.